Citlalli López Velázquez
Con una participación ciudadana del 38 por ciento, las votaciones del 5 de junio de 2022 establecieron un récord histórico de abstencionismo: 62 por ciento.
La cifra coloca a Oaxaca con la más alta de personas que no asistieron a las urnas en los seis estados en donde hubo comicios el pasado 5 de junio. En Aguascalientes el abstencionismo fue del 55 %, Hidalgo 53 %, Durango 50 %, Quintana Roo 60 % y Tamaulipas 47 %. En promedio 54.5 por ciento, lo que quiere decir que 5 de cada 10 ciudadanas y ciudadanos no salieron a votar.
Juan Pablo García Morales, profesor investigador de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) y exconsejero del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), precisó que, en perspectiva histórica en elecciones a la gubernatura, la participación ciudadana más baja hasta este momento había sido la de 2004 en donde fue del 46 por ciento; en contraparte la más alta fue la de 2010 con un 85 por ciento de asistencia a las urnas.
El catedrático e investigador planteó varias hipótesis, por un lado, los efectos del huracán Agatha que colocó a parte de la ciudadanía en preocupación por la contingencia; otra más es la fatiga ciudadana que ocurre cuando después de muchos procesos electorales la población votante no encuentra resultados sobre tema sustantivos como acceso a salud, educación, servicios básicos o agua potable, “simplemente no tiene incentivos para salir a votar”.
Una tercera hipótesis es que el sistema de partidos no está a la altura de lo que la ciudadanía demanda. “Esto podría ser algo muy grave porque independientemente de los colores o ideologías partidistas, la ciudadanía no está encontrando soluciones a los problemas públicos que estamos demandando como ciudadanía”, destacó.
El especialista indicó que resulta sumamente alarmante que en una democracia en el siglo XXI se tengan estos niveles de abstención.
Basados en los mismos datos del PREP, agregó que otras 37 mil 587 ciudadanas y ciudadanos anularon su voto muy probablemente de manera voluntaria. “Esto equivale al 3.3 por ciento de la votación, incluso más alto que el cuarto lugar de la votación o la suma total de las candidaturas independientes que compitieron”.
Morales García consideró que los partidos políticos deben de enfrentar la responsabilidad que les corresponde al ofrecer alternativas tangibles, directas, medibles.
“No basta con hacer promesas de terminar con la pobreza, acabar con la corrupción, tener mejores condiciones de vida, sino que logren explicar a la ciudadanía cómo lo van a hacer y en cuánto tiempo se hará”.
Añadió que también debe convertirse en un deber de los propios partidos, especialmente en cuando se convierten en gobierno, rendir cuentas a la ciudadanía. Más aún -puntualizó- dejar de ver al electorado desde el enfoque de clientelismo político, es decir el intercambio de programas sociales por votos.
Finalmente destacó la fortaleza de los órganos electorales, que a pesar de que han sido cuestionadas, siguen dando resultados independientemente de los niveles de votación.
Participación ciudadana
50 % en elecciones de 1998 en Oaxaca
46% en 2004
85 % en 2010
58 % en 2016
38 % en 2022
