WASHINGTON, EU.- El muro fronterizo que quiere erigir Estados Unidos en su frontera sur costaría hasta 21 mil 600 millones de dólares y tardaría más de tres años en construirse, según un informe interno del Departamento de Seguridad Nacional.
Además, algunas partes serían propiamente un muro y, otras, más una especie de valla o cerca, según el informe, al que tuvo acceso la agencia Reuters.
El precio citado en el reporte es mucho más alto que la cifra de 12 mil millones de dólares dada por el presidente Donald Trump en su campaña, y que los 15 mil millones de dólares calculados por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, y el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell.
Tres fases
El plan establece que, para sellar la frontera, se necesitarían tres fases de construcción, entre vallas y muros, los cuales cubrirían poco más de 2 mil kilómetros, y cuyas construcción terminaría a finales de 2020.
El informe supone que obtendrían el financiamiento del Congreso entre abril y mayo, lo cual le daría al Departamento tiempo suficiente para asegurar contratistas y comenzar la construcción en septiembre.
Varias delegaciones del Congreso estadounidense visitan la frontera este mes para evaluar las necesidades de financiamiento, según fuentes familiarizadas con esos planes de viaje.
Los obstáculos
El informe también señala que el Gobierno ha comenzado a solicitar exenciones a ciertas leyes ambientales que impedirían la construcción del muro en ciertas áreas de la frontera.
Estima el tiempo y costo de adquisición de tierras privadas, otro de los obstáculos con los que se enfrenta el muro y que explica en gran parte el aumento de la estimación del precio de la obra.
Bernstein Research, un grupo de investigación de inversiones que controla los costos de los materiales, opinó que la incertidumbre alrededor del proyecto podría elevar su costo hasta 25 mil millones de dólares.
La segunda fase de construcción propuesta en el informe abarcaría 242 kilómetros de frontera en y alrededor del Valle de Río Grande; Laredo, Texas; Tucson, Arizona; El Paso, Texas, y Big Bend, Texas.
La tercera fase cubriría unos mil 728 kilómetros en un área no especificada, y que terminaría de sellar la frontera.
