La pandemia por la COVID-19 le cambió la vida a Susy, ya que pasó de ser gerente de Recursos Humanos a chofer de taxi; no obstante, para ella, ambos trabajos le han dejado muchas satisfacciones y anécdotas.
Relata que ella trabajaba en una empresa gastronómica, pero en 2019 con la pandemia por la COVID-19 se recortó personal y se quedó sin empleo, pero fue su esposo quien le informó que solicitaban un chofer para un taxi y ella no lo pensó dos veces para solicitar el empleo.
Recuerda que primero comenzó a tomar el taxi cuando los otros choferes descansaban, pero actualmente ya tiene días de base y un horario que es de lunes a domingo de 2 de la tarde a 11 de la noche.
Servicio seguro
Susy se anuncia como un servicio de taxi seguro, lo cual le ha ayudado a aumentar clientes, principalmente en estos meses en los que la delincuencia ha aumentado en la capital oaxaqueña.
Afirma que incluso muchos hombres le han confesado sentirse más seguros con ella que con un taxista hombre, esto por el simple hecho de ser mujer.
Lo mismo ocurrió con la dueña del vehículo que maneja, pues al ver que una mujer quería el empleo, no dudó en dárselo, ya que aseguró que los hombres no cuidan la unidad, se quejan mucho, en ocasiones llegan alcoholizados y no entregan la cuenta.
“Todos sabemos que a las mujeres le echamos ganas y luchamos mucho en nuestro trabajo y por eso mi jefa me dio el empleo”, asegura.
La taxista resalta que ella siempre les dice a sus clientes que es un taxi seguro, les comparte el número económico, además de informar que está dado de alta en la Secretaría de Movilidad (Semovi).
“Para mí es importante que sepan que llegarán seguros y seguras a sus destinos”, subraya.
Asegura que en los fines de semana, las que más solicitan de sus servicios son las mujeres, ya que le piden que las lleven a bares, restaurantes o antros para divertirse.
“Me han contado que cuando las llevan taxistas hombres, empiezan a hacerles plática, pero ellas se sienten muy incómodas o que ven que vienen de algunos de estos lugares y se sienten con la confianza de acosarlas y eso no les gusta”, añade.
Saldo blanco
La taxista expone que en estos cuatro años en este empleo, no le ha ocurrido algo peligroso o feo, únicamente un día en el que un taxista del sitio Libertad le reclamó el por qué estaba cargando pasaje en Macroplaza.
“La chica no quería irse en un taxi de ese sitio sino conmigo y ellos no estaban dejando que eso pasara”, recuerda.
De ahí, todo ha sido bueno para Susy.
Ha conocido personas, historias e incluso lugares, pues gracias a que recepcionista de hoteles, dueños de Airbnb y otros clientes la han recomendado, ya sea para llevarlos al aeropuerto, terminales de autobuses o visitas guiadas a sitios turísticos de la capital.
“La gente es amable. Agradecen el servicio que les doy y para mí, eso quiere decir que lo que estoy haciendo bien. Quedan convencidos con el servicio, habla bien de mí; me recomiendan mucho”, confiesa.
Visibilizar a las mujeres
Susy menciona que quizá en la capital oaxaqueña haya máximo 15 mujeres taxistas, por lo que solicita que se les dé más visibilidad y se les tome en cuenta.
Recuerda que el próximo 13 de agosto será el Día del Taxista en Oaxaca, por lo que es importante también festejar a las mujeres al volante y que al igual que los hombres, luchan día con día para llevar un ingreso a sus hogares.
