Una de las bebidas más representativas de Oaxaca es el tejate, una mezcla que conjuga el sabor del cacao, maíz, hueso de mamey y rosita de cacao.
Para los oaxaqueños, el tejate es la bebida de los dioses y diariamente se comercializa en mercados o puestos en la capital.
Esta bebida se puede beber en cualquier época del año; mujeres originarias de San Andrés Huayápam son quienes resguardan la receta para su preparación, misma que ha pasado de generación en generación y tiene como ingrediente principal la flor del cacao o rosita.
Esta flor se encuentra todo el año en los árboles del rosital, los cuales se localizan principalmente en San Andrés Huayápam, razón por la cual este municipio es considerado la tierra del tejate, donde muchas familias viven de la venta de esta bebida.
La elaboración del tejate ha pasado de generación en generación entre las mujeres originarias de la comunidad y desde muy pequeñas, las niñas empiezan a adentrarse en la preparación de esta bebida que es preparada por su madre, su abuela y bisabuela.
Por sí mismo, constituye un gran atractivo turístico de nuestro estado. El encanto de la bebida está también en la forma de servirse: de una olla de barro a una jícara que juntos hacen que el espectador admire su singularidad.
Esta bebida originalmente tuvo un gran valor ceremonial, pues sólo se bebía cuando se iniciaba la siembra o la cosecha del maíz. Además de ser deliciosa es saludable, ya que es una fuente de energía, calcio, hierro, potasio y zinc.
Su nombre en lengua zapoteca es cu'hub, pero actualmente es más conocido como tejate, palabra de origen náhuatl, “textli”/masa y “atl”/agua, que significa “agua harinada”.
Además, el tejate es una bebida de bajo índice glucémico, es decir, que mantiene una buena respuesta de absorción de la glucosa, evitando que ésta permanezca mucho tiempo en el torrente sanguíneo. De ahí la relevancia que asegura que esta bebida puede sustituir el consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas.
Preparación
En la época prehispánica, esta bebida se ocupaba en ceremonias y su preparación consiste en tostar el cacao, la flor de rosita y el pisle (almendra del maguey) por separado, mientras que el maíz es hervido con agua de ceniza.
El árbol de la flor de rosita o del cacao únicamente se da en San Andrés Huayápam, y cuando la flor se corta, se pone a secar al sol por lo menos tres días. Posteriormente se deshoja y se tuesta.
La masa ya preparada se deja reposar una noche, para que al otro día, en el molino, se haga pasta. Este mismo proceso se realiza con los ingredientes tostados. Cuando todos están convertidos en pasta, se mezclan.
Ya en las vasijas de barro, a la pasta homogénea se le agrega agua, hielo y se mezcla. Este proceso se repite en varias ocasiones. Cuando está lista, la flor de cacao se eleva, formando una espuma, la cual gusta a los amantes de esta “bebida de los dioses”.
La feria
Las tejateras conservan el patrimonio y tradición gastronómica de su calidad; su dedicación al hacer tejate hizo que en el año de 1999 se realizara la primera Feria del Tejate en la comunidad.
En este 2022 se realizó la 23 edición de esta feria que conjuga la gastronomía con las máximas expositoras de esta bebida milenaria.
En la actualidad, el sabor del tejate ha sido llevado a la nieve, frappés, incluso puede prepararse en casa, pero nada se compara con una bebida fresca preparada por una mujer tejatera y con un árbol de rosita de cacao en el paisaje.
Para saber
Las mujeres, principales productoras de tejate
El tejate puede sustituir a bebidas azucaradas
Es una bebida ceremonial
23
años hace que se realizó la primera Feria del Tejate
El Apunte
Su nombre en lengua zapoteca es cu'hub, pero actualmente es más conocido como tejate, palabra de origen náhuatl, “textli”/masa y “atl”/agua, que significa “agua harinada”.
