Ana Lilia Pacheco
De acuerdo con la respuesta a la solicitud de información realizada por esta casa editorial, el 75 por ciento de las Personas Privada de la Libertad (PPL) femenina que están en el Centro de Reinserción Social (Cereso) Tanivet no cuentan con una sentencia judicial.
El oficio con número SSP/SPRS/DGRS/0349/2022 señala que actualmente están recluidas 142 mujeres en el Cereso de Tanivet, de las cuales sólo 36 de ellas tienen una sentencia judicial.
El Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales (CNGSPSPE) 2020 señala que en México, 4 de cada 10 personas privadas de la libertad no tienen sentencia condenatoria.
La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) señala que de acuerdo con el Artículo 25 del Código Penal Federal, el tiempo que debe estar una PPL en prisión preventiva puede ser de tres días a sesenta años.
Además de que la duración de la medida privativa de la libertad dependerá del tiempo que tome al juez dictar sentencia, por lo que una vez que la resolución sea emitida una condena el tiempo que la persona procesada haya pasado en prisión le será tomado en cuenta como parte de la pena señalada.
La asociación civil Reinserta, en su Diagnóstico sobre la Percepción del Desempeño de la Defensoría Penal en México 2020, elaborado con entrevistas a 3 mil 73 personas privadas de la libertad en cinco entidades federativas, señala que las mujeres enfrentan un tiempo promedio de sentencia mucho mayor (23 años) que los hombres (cinco años), sin importar el tipo de delito que hayan cometido unos y otras.
Asimismo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en su Informe Especial De La Comisión Nacional De Los Derechos Humanos Sobre El Estado Que Guardan Los Derechos Humanos De Las Mujeres Internas En Centros De Reclusión De La República Mexicana detalla que en México se observó que del año 1997 al mes de abril de 2013 el crecimiento de la población femenil fue de 175.04 por ciento, lo cual implica un incremento en el número de mujeres que se encuentran recluidas, manteniendo año con año una tendencia de entre 4 y 5 por ciento de la población penitenciaria total.
