A pesar de la pandemia del coronavirus, 17 seminaristas se han ordenado sacerdotes durante los últimos dos años en la región de la Costa, informó el obispo de la Diócesis de Puerto Escondido, Florencio Armando Colín Cruz.
“Eso nos hace entender cómo Dios se va manifestando”, aseveró.
Durante la homilía de la misa de acción de gracias por su décimo cuarto aniversario episcopal, el pastor religioso sostuvo que Dios ha regalado muchos dones en sus cuatro años de ministerio en esa jurisdicción eclesial, especialmente con esos 17 nuevos presbíteros.
“A lo retrospectiva, vemos esos dones”, añadió.
Expuso que el incremento en el presbiterio ha permitido a la Diócesis de Puerto Escondido asignar sacerdotes a la mayoría de las parroquias de las diferentes comunidades.
“Se ha podido distribuir un poco mejor a los seminaristas ordenados”, agregó.
Incluso, subrayó que el aumento en el presbiterio ha permitido formar equipos sacerdotales en las Bahías de Huatulco y en Putla Villa de Guerrero, así como en las principales parroquias.
“Ojalá, en un día no muy lejano se puedan formar otros equipos, aunque sean más pequeños, para que puedan acompañar a otras comunidades”, asentó.
Destacó que en la Diócesis de Puerto Escondido existen vocaciones al sacerdocio, aunque los jóvenes necesitan del acompañamiento y no solamente dejarlos en el seminario.
“Hay que acompañarlo, tener caridad y paciencia con ellos, porque pueden tener una experiencia no muy buena y luego se van”, recalcó.
El mitrado dijo que la paciencia también resulta necesaria para los aspirantes a sacerdotes, sobre todo, para el cumplimiento de la disciplina en su conducta durante la formación en el seminario.
“Hay que tener mucha paciencia”, insistió.
