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Santuario del Jaguar: refugio en Oaxaca para especies rescatadas

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Foto(s): Citlalli López Velázquez
Citlalli López Velázquez

Mezcalito, un ocelote que nunca conoció la libertad en su hábitat natural. Fue rescatado de un hotel en Huatulco, en donde le arrancaron las garras para exhibirlo como objeto de espectáculo, ahora reside en el Santuario del Jaguar, un refugio para especies rescatadas del tráfico ilegal y en peligro de extinción.

Ubicado a 35 kilómetros de la capital del estado, el santuario alberga a 16 jaguares salvados de circos y domicilios privados, pero también a Lala y Lola, monos araña; Tomás, un lince rojo; así como a otras especies con historias distintas de sobrevivencia.

 

 

El Santuario del Jaguar, antes Jaguar Zoo, tiene sus instalaciones dentro de la poligonal del Área Natural Protegida Yagul que maneja la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) como un lugar emblemático porque contiene las cuevas más antiguas en registros tanto de semillas de maíz como del jaguar prehispánico más antiguo pintado en la cueva de los Machines.

“Desde el 2005 hemos tenido historias como el Jaguar de la Luz de la Chinantla oaxaqueña, el primero a nivel nacional que estuvo en resguardo con nosotros durante un año y fue regresado a la selva con un collarín de monitoreo, en el 2021 tuvimos la fortuna de rescatar dos hembras de jaguar, que se dice fácil, pero dos hembras son dos úteros que si se regresan a la selva, reforzamos las poblaciones genéticas de los jaguares. Pueden tener crías y entre ellas pueden llegar a tener entre 6 a 9 crías, que pueden regresar 18 jaguares a la vida silvestre. La importancia del jaguar en la selva es que es el regulador del ecosistema”, explica Víctor Rosas Vigil, director del Santuario del Jaguar. 

Historias que crean conciencia 

El acceso al Santuario del Jaguar tiene un costo de 150 pesos para personas adultas y de 100 para menores de edad. El recorrido con duración de una hora es guiado por biólogos expertos que, a manera de crear conciencia de la importancia de cada una de las especies, van relatando las historias de cada uno de los animales rescatados de la depredación humana.

Previo al recorrido, hay una proyección que cuenta la historia de las primeras habitantes del santuario: Celestún Petén y Nicté Ha, asimismo se explica el objetivo y algunos datos importantes sobre las especies en peligro de extinción. 

Antes el lugar fue un zoológico, ahora su principal actividad es generar educación ambiental acerca de las especies nativas de México como el primer santuario del jaguar que ha logrado reintroducir a la naturaleza esa especie.

Al iniciar el recorrido, las primeras inquilinas son Lala y Lola, dos monos araña que también fueron extraídas de su hábitat natural. El 90 por ciento de los animales en el lugar provienen del tráfico ilegal de especies.

Saori Kido, hembra de jaguar (Panthera onca) es procedente de un decomiso por las autoridades mexicanas. 

Maximus Decimus Meridius, es un majestuoso jaguar melánico que llegó al centro de investigación y rehabilitación en 2015.  Maximus fue adquirido como mascota por un particular cuando tenía solo 5 meses de edad. A partir de la concientización, el dueño decidió reubicarlo voluntariamente.

Zelda, la Princesa del Reino Hyrule, es una hermosa jaguar de 10 años de edad. Ella fue adquirida como mascota cuando era pequeña y ha vivido con Link, otro jaguar. Ambos llegaron en buen estado de salud y han mostrado resultados satisfactorios a medida que avanzan en sus programas de rehabilitación.

Yum Balam, es otro inquilino, es un jaguar asegurado por las autoridades mexicanas que estuvo cautivo más de un año y medio en una pequeña jaula donde apenas se le permitía moverse. Balam tiene un genotipo 100 por ciento que resulta de gran valor genético para el proyecto de rescate y conservación de líneas sanguíneas mexicanas con viabilidad para liberación y reintroducción.

Él se encuentra en enriquecimiento ambiental, actividades que tienen como objetivo el desarrollo de conductas naturales, trabajo físico y estimulación sensorial como ambiental.

El santuario también da hogar a dos ejemplares machos de cocodrilo moreletii, (Crocodylus moreletii) decomisados por las autoridades hace varios años.

También está Saigón, un pitón burmés, una serpiente inteligente y astuta, no es venenosa y puede llegar a medir más de 6 metros.

Celestún Petén y Nicté Ha, un caso exitoso

Fue un 11 de marzo de 2021 cuando el equipo del Santuario del Jaguar logró, junto al Instituto Jaguares en la Selva, la liberación de las jaguares hembras Celestún Petén y Nicté Ha, a las selvas de  la península de Yucatán, un hecho histórico y pionero en México.

A nivel continental no había antecedentes de jaguares rescatados tan pequeños y tampoco de haberlos liberado con éxito a la vida silvestre cinco años después de un proceso de adaptación en un simulador establecido dentro del santuario, el refugio para especies extraídas de manera ilegal.

Las jaguares fueron incorporadas al Programa de Asilvestramiento con Fines de Investigación y Liberación, una metodología etológica que busca maximizar las capacidades de supervivencia en la naturaleza de los jaguares participantes a través del estímulo y desarrollo de patrones naturales de conducta así como habilidades físicas y cognitivas propias de la especie. 

A partir de ahí el legado de las jaguares derivó en el diseño y construcción de instalaciones especializadas denominadas Simuladores de Vida Silvestre así como Centros de Investigación el estudio y monitoreo a distancia con el fin de atender futuros casos de felinos neotropicales con viabilidad de liberación a perpetuidad. 

Al día de hoy Nicté Ha, Celestún Petén, Yum Balam, Cachicamo, Lamanai, Sama, Dasai y Lontla han ocupado las instalaciones participando en proyectos de conservación e investigación. El jaguar (Panthera Onca) es una especie prioritaria debido a su gran valor biológico en los ecosistemas mexicanos ya que representa la cúspide de la cadena alimentaria, sin embargo, se encuentra en peligro de extinción.

Actualmente en el Simulador de vida silvestre se encuentra en una de sus etapas más ambiciosas ya que de un lado, en 5 mil metros cuadrados se encuentra una pareja hembra y macho de jaguar y del otro lado a tres pumas, dos hembras y un macho. Los jaguares serán regresados a la Península de Yucatán y los pumas a Hidalgo. Suman tres años de trabajo.

Despojo y cambio climático retos y desafíos del Santuario

Dos de los grandes desafíos que enfrenta el lugar son el despojo del área protegida para la siembra de agave para la elaboración de mezcal, esto llevó a que en octubre de 2023 el Santuario fuera víctima de un atentado que los despojó de un área considerable de terreno. 

“Eso es un desafío muy importante, pues que hemos hecho las denuncias pertinentes para que haya justicia. No podemos dejar que las cosas se hagan así con invasiones ilegales que nos han hecho”, expuso.

Otro desafío es el cambio climático que ha dado lugar a la escasez de agua y la destrucción de los ecosistemas. 

“La destrucción del hábitat ha hecho que los animales se vayan moviendo y se generen conflicto humano-jaguar cada vez más intenso. La gente los quiere cazar porque mataron a su ganado o porque hay tráfico ilegal y eso hace que estos lugares como el santuario del jaguar se llenen de animales”, destacó.

 

El dato

4 mil jaguares contabilizados en México

10 % en Oaxaca 

 

 

El Santuario

A 35 kilómetros de la capital del estado se ubica.

16 jaguares salvados de circos y domicilios privados

2 monos araña

1 lince rojo

 

 

“Desde el 2005 hemos tenido historias como el Jaguar de la Luz de la Chinantla oaxaqueña, el primero a nivel nacional que estuvo en resguardo con nosotros durante un año y fue regresado a la selva con un collarín de monitoreo".

 Víctor Rosas Vigil, director del Santuario del Jaguar

 

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