La siembra de girasoles (Helianthus annuus) en una hectárea de tierra en Los Llanos del Espinal, en el municipio costero de Villa de Tututepec, tiene para José Esteban Sotelo Mariachi múltiples propósitos que, como una bocanada de aire fresco en un clima extremadamente caluroso, llegan a un mismo fin: una producción sostenible en momentos de crisis climática.
Un primer propósito visible es la Feria del Girasol que nació en 2020 y cuya segunda edición se inaugura éste miércoles, después de la suspensión obligada por la pandemia de COVID-19.
En plena floración de girasoles, durante tres días se pretende volver a recibir a grupos escolares en quienes sembrar la semilla de la conciencia ambiental.
Es además un espacio que con la presencia de especialistas busca guiar a productores de la zona para que conozcan las bondades de un cultivo que, por su utilidad ornamental, proporciona beneficios comerciales, a la vez que alimenta la biodiversidad.
Reiniciar un proyecto social
“Es un reinicio”, expresa sobre esta feria José Esteban Sotelo Mariache, quien representa a la Integradora Agroempresarial del Río Verde, cuyo trabajo con pequeños productores de maíz nativo le llevaron a recibir el Premio de Innovación Juvenil en Maíz 2019 – América Latina, en la categoría de Agente de Cambio.
La integradora se estableció en cinco hectáreas, en el kilómetro 79 de la carretera Costera del Pacífico. Cuenta con un centro de capacitación y transferencia de tecnologías, una casa, oficinas, área de conferencias con capacidad para 50 personas, un bioespacio y tres hectáreas cubiertas de árboles de limón mexicano.
En los surcos que se logran formar en los ocho metros que separan las hileras de árboles de limón, en noviembre pasado se sembraron girasoles que convierten al huerto en uno que congrega a los polinizadores más poderosos, pero en peligro de extinción: las abejas.
“La idea del girasol es que se aproveche y ayude a la polinización del limón”, destaca el ingeniero agrónomo Esteban Sotelo, quien sabe cuán necesaria es la diversificación de cultivos, por lo que a la planta la acompañó de calabaza y bule, el fruto de un bejuco que se utiliza en la zona como una cantimplora natural que mantiene el agua fresca.
Huerto de polinizadores
El nacimiento del Santuario de los Girasoles implicó también de un primer apiario con 50 colmenas que se ubica a un kilómetro, pero después se decidió establecer uno segundo, más pequeño con 15 colmenas que por ciclo producen entre 30 y 35 litros de miel orgánica, pero más cercano al cultivo, a 50 metros.
Hace cuatro años, la extensión sembrada con girasoles casi alcanzó las cuatro hectáreas, pero el excedente de flor hizo valorar reducir la extensión.
En comparación con otros cultivos, el girasol es una planta compuesta que no requiere grandes cantidades de agua ni fertilizantes que le hacen resistente a la sequía y reduce el impacto ambiental.
Con un tallo recto y grueso, una planta de girasol puede llegar a medir de uno a dos metros de alto.
La planta, cuyo diámetro puede tener un diámetro de hasta 40 centímetros, tiene una estructura tan compleja que la lleva a tener grandes petalos amarillos y dos tipos de flores en espirales concéntricas: las lígunas que rodean el disco y las flósculos que lo recubren.
“La floración del girasol ya comenzó, son 15 días y a los tres días de feria le agregamos cosas nuevas cosas como sumar al programa de Producción para el Bienestar para hablar sobre el tema de biodiversidad y polinización”, ya que la siembra de girasoles casi se equipara a aplicar fertilizantes.
“Es una planta que también ayuda a mejorar o disponer del fósforo, para nutrir cultivos como el que tenemos de limones”, además de que sus raíces ayudan a descompactar el suelo.
Cuando las flores del girasol maduran se pueden recolectar los frutos secos que se utilizan para producir el aceite o usar la planta como forraje para animales, por lo que en el Santuario de Girasoles se planea hacer pruebas de extracción de aceite y rendimiento para ganado, “pero se dejan las raíces”.
Beneficios diversos
E insiste Sotelo Mariche: “Nos sirve el girasol para mejorar el suelo, aumentar la polinización del limón y recibir visitas de escuelas para impulsar la educación ambiental, que en sus parcelas escolares los niños repliquen la siembra y entiendan los beneficios por el tema abejas”.
Además, hay otro propósito integral, seguir haciendo evaluaciones de las fechas de floración y adecuar un modelo de producción que sea rentable para pequeños productores que tienen limitaciones de dinero o se enfrentan a la escasez de mano de obra en un campo donde predominan las personas adultas mayores.
“Queremos que los productores que nos visiten, que lo vean como una alternativa que no usa herbicida y pueden replicar huertos polinizadores, con apiarios cercanos” que además de un beneficio económico contribuye a reducir los estragos de una crisis climática de la que nadie en el mundo escapa.
La Feria del Girasol
17 de enero se inaugura
9:00 horas
Lugar: En el kilómetro 79 de la Carretera Costera del Pacífico, en Los Llanos del Espinal, Villa de Tututepec.
Ponencias programadas
El girasol, una alternativa de diversificación y polinización.
Importancia de los polinizadores en los sistemas de producción agrícola.
Agrodiversidad de la Costa de Oaxaca.
Técnicas de manejo poscosecha de maíces nativos.
Producción de Bioinsumos.
Instancias que confluyen
Programa producción para el Bienestar
INIFAP
IEEPO
Parque Nacional Lagunas de Chacachua
Municipio de Villa de Tututepec
“La idea del girasol es que se aproveche y ayude a la polinización del limón”.
Esteban Sotelo, ingeniero agrónomo.
