Las muerteadas o comparsas de día de Muertos son una de las tradiciones más arraigadas de las comunidades, especialmente del Valle de Etla.
En ellas, los pobladores se organizan y participan disfrazados, recorren las calles junto con bandas de música, acompañados de alegría y folclor.
Pero en Mazaltepec hace 20 años todo era distinto, ya que los pobladores se caracterizaban de “viejitos” y con máscaras de madera salían a las calles cada primero de noviembre.
En la actualidad dicha tradición se ha perdido, refieren las personas sabias de edad avanzada, "debido a la modernidad y a las caracterizaciones hollywoodenses que se implementaron o copiaron", por lo que para este año después de la pandemia, pobladores buscan rescatar el “levanta muertos”
Don Adán era un famoso cohetero de esta comunidad que en su juventud participaba en las festividades de Día de Muertos, él narraba cómo eran las tradiciones de su comunidad y cómo las personas participaban de estas.
El “levanta muertos” era lo que en la actualidad se le conoce como comparsa, pero acá, la diferencia es que las personas para disfrazarse se ponían ropas viejas o trapos al revés y había personas que contaban chistes o lanzaban versos.
Hombres y mujeres con sus trapos de manta y máscaras caracterizados de viejitos, al son de la banda de viento lanzaban versos que hacían reír a los demás, mismos que eran acompañados del son de la Punta, el cual recuerda el siguiente verso: “En la punta de aquel cerro, corre agua y nacen flores, en la barba de los viejos, hacen nido los ratones”.
En los últimos años de vida de don Adán, nada era como lo recordaba, ya que él aseguraba que los jóvenes abandonaron la práctica de los chistes o versos y sólo se dedicaban a caminar atrás de la banda de música con cerveza en mano.
En el 2019 don Adán tuvo la oportunidad de poder ver cómo la población participó en el rescate de esta tradición, que ya no se volvió a repetir por la pandemia, pero este año, sus hijas y vecinos están dispuestos a volver a hacer la hazaña, el de lograr que el “levanta muertos” se realice.
“Hace un año perdimos a mi papá y en esta ocasión se acercaron las personas que participaron con él hace tres años y nos animaron para otra vez revivir la tradición”, expresó Mayra Pinacho.
El sentir de la familia de don Adán es de alegría y nostalgia, ya que aseguran que él hubiera estado muy contento de ser partícipe de esta festividad.
“A él le gustaba el relajo, improvisaba los versos y hoy nos gustaría que estuviera, pero sabemos que desde donde está, se siente feliz por lo que queremos lograr”.
No a las esponjas y látex, aseguran los organizadores, ya que estas herramientas han sido utilizadas para hacer disfraces monumentales, figuras diabólicas o irreales.
En Mazaltepec el primero de noviembre se busca revivir las tradiciones que se realizaban hace dos décadas en donde las personas participaban en el “levanta muertos”, el cual consistía en reunirse en la casa de de los organizadores y salir con rumbo hacia el panteón.
Recorrían las viviendas y a los propietarios se les acostaba en un petate, las personas se caracterizaban de personajes como viuda, curandero, doctor, sacerdote, el diablo, la muerte y la vida; con los versos se lograba levantar a la persona.
Las máscaras que usaban eran elaboradas con árbol de zompantle y lucían como viejitos.
Además para alegrar el entorno, la banda de viento se encargaba de los sones y la música.
Esta tradición se hacía en el día y por la noche hombres y mujeres se iban a sus domicilios a descansar.
“Salimos desde la mañana, bailábamos y nos divertimos, es difícil este rescate, porque los jóvenes tienen otras ideas, pero esperamos que este año más población participe”, aseguró Pedro López, artesano de máscaras y organizador.
Los organizadores desean que este año niños, mujeres y hombres de la comunidad se unan y logren rescatar las tradiciones, mismas que consideran que son importantes para la identidad de Mazaltepec.
