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Máscaras para "Levantamuertos" en Etla, Oaxaca, una colorida tradición

Foto(s): Cortesía
Giovanna Martínez

SANTO TOMÁS MAZALTEPEC, ETLA, Oaxaca.- Con cincel y martillo en mano, talla aquella madera de árbol de zompantle que poco a poco va tomando forma; aquel tronco se transforma en un ser de ojos grandes, con dientes filosos, nariz pronunciada, sonriente o enojado, todo depende del ánimo del creador.

Pedro López Jiménez es un artesano que en sus piezas ha demostrado un talento inigualable; desde hace tres años ha elaborado máscaras que se utilizan en las comparsas de Día de Muertos o como piezas de ornato.

Luego de dos años de pandemia, sus máscaras volverán a las calles de la comunidad para el tradicional "Levantamuertos", mismo que él, junto con otros pobladores, organizan en esta temporada de Todos Santos. 

Colorida tradición

En la comunidad es tradición que el uno de noviembre se realice el "Levantamuertos" donde participan hombres, mujeres y niños de Mazaltepec, Etla.

En el año 2018, Pedro López no contaba con los recursos para comprar una máscara, por lo que comenzó a trabajar en una de madera y el resultado fue para muchos sorprendente.

Su familia lo motivó a continuar con el talento que en su máscara plasmaba; Pedro comenzó a elaborar otras piezas con el mismo resultado, llamando la atención de propios y extraños, quienes han adquirido una pieza a precios accesibles.

Paciente elaboración 

La madera de zompantle es húmeda y requiere que seque, lo cual toma al menos seis meses para que el artesano pueda trabajarla. Después, la corta con los cinceles que previamente mandó a moldear con el herrero y empieza a tallarla.

Luego de que el artesano consigue la estructura, con lijas pule la máscara para darle detalles al rostro. Enseguida se decora, para lo cual ocupa pinturas, cuernos de chivo, borrego o toro; si requiere cabello, bigote o barba, se ocupa el pelo de piel de venado o caballo; para grandes extensiones se requiere de la fibra vegetal del maguey, el ixtle.

Este proceso le lleva al menos 15 días al artesano; al tacto, la máscara no es pesada y se puede llevar en las comparsas, usándolas por varias horas.

Rescata la tradición

Pedro López asegura que los abuelitos de la comunidad elaboraban sus propias máscaras para participar de las comparsas. La madera de árbol de zompantle era aliada para hacer estas piezas.

Con los años, fueron sustituidas por máscaras de látex o hule espuma que se han hecho famosas entre los barrios.

El artesano de 42 años tiene un objetivo: rescatar la tradición y poder volver a poner este tipo de máscaras en circulación para que sean usadas en las tradicionales comparsas de noviembre.

“En la comunidad somos fiesteros y las fechas de Muertos es la época que más se disfruta y que reúne a todos; de ahí me inspiré para elaborar las máscaras”, dijo.

Sueña con impartir talleres

El creador de estas máscaras adaptó un espacio en su vivienda para poder elaborar estas piezas artesanales.

Días atrás estuvo a punto de amputarse un dedo, pues la labor de tallado requiere de trabajar con objetos filosos. Pero esto no lo detuvo, al contrario, lo impulsó. “El gusto de estar trabajando nos alienta a seguir”, afirmó.

Con el paso de los años su arte se ha ido perfeccionando y ha logrado comercializar las máscaras; desea que en algún momento sus máscaras trasciendan y sean del gusto de otras personas que deseen adquirirlas a un precio accesible.

Con la venta de estas máscaras podría adquirir más herramientas y crear diseños más complejos; uno de sus sueños es tener un taller y enseñar a las futuras generaciones, además de dar a conocer su trabajo mediante exposiciones y tocar puertas para incursionar en el mundo de las artesanías en la capital y el país.

  • 3 años lleva Pedro elaborando máscaras
  • 15 días tarda el artesano para hacer una máscara
  • 1 de noviembre se celebra el Levantamuertos

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