Si alguien quiere ser significativo en esta vida, no tiene otro camino que ir en contra de la corriente ordinaria de la vida, aseguró el obispo de la Prelatura Mixe de María Auxiliadora, Salvador Murguía Villalobos.
“Cuando uno se da cuenta de que a nuestro alrededor crece como un hongo el individualismo feroz y el punto de referencia son su propio egoísmo y orgullo, una alternativa de solución creíble es la fraternidad”, afirmó.
En una exhortación, el pastor religioso sostuvo que en la vida existen muchos retos, pero el principal es construir la familia y la comunidad como los lugares donde se aprende a pasar del yo al nosotros, poniendo por delante el bien del hermano a mis intereses y necesidades.
“Es necesario comprometernos por humanizar la vida en familia, la vida en común para superar soledades y multiplicar la misericordia”, agregó.
Expuso que en este mundo agresivo y violento, la apuesta por el perdón y la paz como opciones de vida, hace creíble el modo de vivir y hacer más evangélico el anuncio.
“Así hay que vivir el Evangelio”, añadió el prelado .
Murguía Villalobos resaltó que el servicio generoso y desinteresado es hoy una opción en contra de la realidad y, de esta manera, las comunidades y las familias vivan un movimiento centrífugo.
“Este es el reto, ser ungüento que ayude a cicatrizar las heridas de los vencidos en la batalla”, apuntó.
Además, observó que el ambiente de familia debe ser una llamada de atención en contra del egoísmo y la auto-referencialidad, para así tratar de salir al encuentro de las necesidades de los demás.
“No pretendemos ser mejores que otros. Ni aspiramos a reconocimientos públicos, tampoco a que nos entiendan o aplaudan”, señaló.
El mitrado dijo que quienes actúen así serán una alternativa del Evangelio en su modo de vivir denunciando un sistema por olvidar a los que más fatigan para salir adelante y no proteger a los más débiles.
“Y si alguien te pregunta ¿por qué lo haces? Responde con libertad que Dios llena tu vida y su amor desborda tu corazón”, terminó.
