
Mientras instituciones educativas, edificios públicos, instituciones bancarias y edificios privados participaron del simulacro nacional de sismo 2023, en algunas calles de Oaxaca la ciudadanía se mostró apática ante esta actividad, pese a la difusión de la misma.
Ayer en punto de las 11:00 horas las alarmas sonaron en las torres de alerta sísmica, los protocolos de seguridad fueron puestos en marcha, en las escuelas, maestros les enseñaban a los niños cómo actuar ante un sismo, no corro, no grito, no empujo, fueron algunas de las instrucciones.
En edificios públicos, privados e instituciones bancarias también se hizo lo propio, todos abandonaron sus puestos para caminar hacia el área destinada para la reunión de los trabajadores o alumnos.
El objetivo, era lograr la concientización, prevención y cultura cívica que debe prevalecer ante un posible sismo de gran magnitud.
En algunos espacios se simularon contingencias donde algunas personas resultaron heridas y cómo deben actuar los grupos encargados de la seguridad de las personas.
Pero en algunas calles, la ciudadanía que caminaba o se encontraba en restaurantes, fondas, en el transporte público y otros espacios, no se tomó en serio el simulacro y tampoco hicieron lo posible para participar.
Hubo personas que no se enteraron del simulacro y a la hora que sonaron las alarmas se alteraron y salieron corriendo de algunos establecimientos, pero fueron informados inmediatamente de que se trataba de un simulacro “pues avisen”, exclamó un hombre entre risas.
Las recomendaciones que debe tomar en cuenta la ciudadanía al sonar la alerta sísmica, es mantener la calma, si se encuentran en el primer piso se debe evacuar el inmueble y seguir las rutas de evacuación previamente establecidas.
En caso de encontrarte en un piso alto y no hay tiempo de salir, colocarse en la zona de menor riesgo previamente establecida.
El simulacro también tuvo como objetivo que dichos escenarios permitan a las autoridades de los tres órdenes de gobierno evaluar capacidades de respuesta ante la eventualidad de una emergencia o desastre, así como mejorar planes y protocolos de actuación tanto de autoridades como de la sociedad.