La gobernanza comunitaria en Oaxaca les dicta cuidar sus recursos naturales y al hacerlo han protegido el hábitat de las seis especies de felinos que se identifican en el país: el jaguar (Panthera onca), el ocelote (Leopardus pardalis), el tigrillo (Leopardus wiedii), el jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi), el puma (Puma concolor) y el gato montés (Lynx rufus).
Se trata de municipios en cuatro de las ocho regiones del estado donde se ubican parques nacionales y áreas naturales protegidas o destinadas voluntariamente a la conservación, como las más de mil hectáreas del Monumento Natural Yagul y otras ocho mil hectáreas en su área de influencia, o la selva de los Chimalapas, El Boquerón en Santo Domingo Tonalá o en los parque Nacionales de Huatulco y el de Lagunas de Chacahua.
Para el Director del Área de Protección de Flora y Fauna Boquerón de Tonalá, Parque Nacional Benito Juárez y Monumento Natural Yagul de la Conanp, Pavel Palacios Chávez, la presencia de las seis especies de felinos silvestres es un indicador de la calidad y condición del hábitat de un estado tan biodiverso como Oaxaca.
En once años a través de monitoreo con foto trampas, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en Oaxaca ha acumulado más de 200 mil fotografías de felinos, pero ha sido imposible tener una cifra aproximada de cuantos ejemplares existen.
Los peligros que enfrentan
La aproximación más cercana, es el resultado del Segundo Censo Nacional del Jaguar en 2018, que de 4 mil 800 ejemplares en vida silvestre, 400 se ubican en Oaxaca.
“Lo que hemos visto en la permanencia de las poblaciones, sobre todo de grandes felinos como son el puma que está en riesgo como el jaguarundi, el jaguar y el tigrillo”, expresa a la vez de resaltar las amenazas que enfrentan:
Cacería furtiva, la ampliación de áreas de pastoreo de ganado y la presencia de jauría de perros ferales que hacen creer a la población que un felino ataca a sus animales, lo que llegó a ocurrir en el municipio de San Pablo Etla, que es parte del área de influencia del Parque Nacional Benito Juárez.
Ahí las foto trampas fueron útiles para identificar que los perros ferales (Canis lupus familiaris, Canidae) que se desarrollan en zona de bosque y que parte de su hábito natural es la cacería de especies, eran los responsables de la muerte de ganado pequeño que se atribuía a felinos.
“También es una amenaza importante porque las jaurías de perros ferales atacan directamente a especies como el venado cola blanca o puma”, ya que los felinos son una especie reguladora para mantener un equilibrio sobre ciertas especies que pudieran sobrepoblar un ecosistema.
Un ecosistema bien conservado permite brindar una serie de servicios ambientales como la disposición de agua y aire de calidad, algo que sigue siendo fortalecido por el trabajo voluntario comunitario de las localidades.
“La gobernanza comunitaria sobre los bosques y selvas en Oaxaca es fundamental porque son quienes toman decisiones y atienden muchas de éstas problemáticas”, expresó Pavel Palacios.
Felinos
El jaguar (Panthera onca)
El ocelote (Leopardus pardalis)
El tigrillo (Leopardus wiedii)
El jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi)
El puma (Puma concolor)
El gato montés (Lynx rufus)
