Nadia Altamirano Díaz
Más que un tema privado o personal, la menstruación debe verse como un derecho humano porque además del de la salud, se relaciona también con el de la educación, así coincidieron las participantes de Conversaciones Esenciales, un foro de conversación impulsado por la empresa sueca Essity, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y Menstruación Digna México.
La jefa de Educación de Unicef, Astrid Hollander, hizo ver la necesidad de un enfoque integral porque todavía no queda claro que aún existen niñas y adolescentes que faltan a la escuela durante su menstruación porque se carece de baños limpios o ellas no cuentan con artículos de higiene menstrual.
“Estamos trabajando desde un enfoque de derechos humanos porque la menstruación tiene un impacto en los derechos de las mujeres como la salud y la educación”, expresó y enlistó los elementos que se deben abordar de manera integral:
"Educación, conocimientos precisos y científicos sobre la menstruación, disponibilidad de artículos accesibles y acceso a servicios profesionales de salud, pero también de agua, saneamiento e higiene, a la vez de que exista Incidencia en las políticas públicas".
Datos de Unicef revelan que en México sólo 16% de las personas menstruantes tienen conocimiento preciso sobre este proceso, lo que evidencia la falta de información.
Paulina Barragán, gerente de Comunicación en Latinoamérica de la empresa sueca Essity con Unicef creó una agenda para analizar los retos a propósito del Día Mundial de la Higiene Menstrual que se conmemora este 28 de mayo.
Palmira Camargo, del área de comunicación en Latinoamérica de Essity, recalcó que la menstruación es esencial y debe hacerse de manera informada, sin tabúes ni prejuicios, porque sólo 5% habla de menstruación con sus hijas o hijos.
“No es posible que no haya accesibilidad o espacios seguros para poder gestionar nuestra menstruación y que una niña que debe ir a la escuela en su día de mayor flujo, decida no ir, pierda clases y agrande las brechas de desigualdad”, analizó.
Melisa Guerra, de Menstruación Digna México, resaltó que cuando se lucha por una menstruación digna no sólo se busca que sea higiénica, con conocimiento y la elección real de una adolescente o mujer para que pueda gestionarla, si no que incluye la posibilidad de que tenga acceso a material para ello y la infraestructura.
