Los primeros recuerdos que tiene Teresa Juárez del Lunes del Panteón se remontan al año 1958, cuando acompañaba a su familia al panteón del Barrio del Marquesado para convivir con sus seres queridos fallecidos, además de otras personas.
Recuerda que cada quien llevaba diferentes platillos como chiles rellenos, mole, empanadas, tamales y demás antojitos, con lo que disfrutaban cada primer lunes de noviembre.
Han pasado más de 60 años y Teresa sigue visitando el panteón, pero ahora con sus hijos, sobrinos, nietos y demás familiares, con el fin de que esta tradición se mantenga, pues es una de las características del estado de Oaxaca.
Primero, Panteón General
Teresa explica que siempre se ha acostumbrado que cada 2 de noviembre se debe visitar primero el Panteón General, y ya el lunes posterior comienzan las visitas a los cementerios más emblemáticos de la capital, como son el de San Martín Mexicápam, San Juan Chapultepec y el Barrio de Xochimilco.
Menciona que a este Lunes del Panteón llegan familiares y amistades de otros barrios y diferentes ciudades en las que viven, pero se dan el tiempo para limpiar, platicar y convivir un rato en los panteones.
Aunque ella no conoce el origen de esta tradición oaxaqueña, intuye que se debe a que de esta forma, los vivos se organizan para visitar a los muertos, pero de una forma grupal, para no dejar a sus seres queridos en el abandono.
Ella recuerda que antes no había vendimia afuera del panteón, por lo que cada quien llevaba su comida e incluso compartían con las demás familias que se daban cita en este lugar.
Todo el día en el panteón
La usuaria del panteón del Ex Marquesado relata que ella visita la tumba de sus padres el 2 de noviembre, donde limpia y lava la tumba para que esté lista para el primer lunes.
Ese día llega temprano, con flores en la mano y vuelve a limpiar los pedazos de hojas que se lleguen a acumular. Durante la mañana, pasa un rato platicando y conviviendo en este lugar, para después regresar a su casa.
Después, en especial a las 5 de la tarde, se realiza una misa colectiva, pero recuerda que antes el sacerdote sólo visitaba el panteón para hacer los responsos.
Después, continúan conviviendo, comiendo, platicando y recordando a sus seres queridos, esto hasta después de las 8 de la noche, que aunque se pudiera pensar que estarían en la penumbra, ella comparte que debido a las veladoras, todo el panteón está iluminado.
En esta ocasión, le informaron que el panteón sólo abrirá hasta las 6 de la tarde, por lo que aprovecha cada momento para estar con sus seres queridos que se adelantaron.
Preservar tradiciones
Teresa espera que esta tradición continúe, ya que así ha sido por más de 60 años y no sabe cuántos años antes ya se comenzaba a visitar cada lunes un panteón diferente, además de convivir entre vivos y muertos.
Señala que ha observado que se sigue manteniendo hasta el momento la tradición, ya que el número de visitantes siempre es el mismo, pues no ha disminuido, pero tampoco aumentado, lo cual es una buena señal.
Destaca que aunque ahora ya hay juegos mecánicos y vendimia afuera del panteón, la tradición de visitar cada lunes de noviembre el panteón se sigue preservando y espera que esto no cambie.
Lunes del Panteón:
- Lunes 6 de noviembre: panteón Barrio del Ex Marquesado
- Lunes 13 de noviembre: panteón San Martín Mexicápam
- Lunes 20 de noviembre: panteón San Juan Chapultepec
- Lunes 27 de noviembre: penteón Barrio de Xochimilco
Para saber
Más de 60 años tiene doña Teresa con la tradición del lunes del panteón.
Convivencia, misa, comida, no pueden faltar en los Lunes del Panteón.
Añeja costumbre
Teresa explica que siempre se ha acostumbrado que cada 2 de noviembre se debe visitar primero el Panteón General, y ya el lunes posterior comienzan las visitas a los cementerios más emblemáticos de la capital, como son el de San Martín Mexicápam, San Juan Chapultepec y el Barrio de Xochimilco.
