En el primer domingo de Cuaresma, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos llamó ayer a los católicos a ser capaces de sentir la necesidad de Dios para vencer las tentaciones y así no despreciar a sus hermanos, sobre todo, los habitantes de pueblos indígenas.
“El mundo en que vivimos está envuelto en pecado y nosotros estamos ahí en medio de este mundo y a veces nos come”, añadió.
Durante la homilía de la misa dominical, oficiada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el mitrado sostuvo que los creyentes necesitan sentir la necesidad de la fuerza divina y reconocer su fragilidad, porque solos no pueden vencer el tentador.
“El espíritu del mal nos va poniendo tentaciones”, agregó.
Expuso que todos los católicos son tentados, unos más y otros menos, porque el espíritu del mal no se va a ir de sus vidas, sino por el contrario, permanecerá hasta el final.
“Lo que les debe preocupar es no ser vencidos por las tentaciones”, agregó.
Por eso, expresó que los creyentes no deben creer poder vencer las tentaciones, porque ninguno puede hacerlo con la fuerza humana.
“De eso, se tienen que convencer. A veces dicen, yo soy fuerte, a mí no me vence la tentación, no sea orgulloso, ni soberbio, porque van a caer. Tienen que pensar con humildad de corazón y tener que decir, necesito de la fuerza divina, para salir vencedor”, anotó.
De esta manera, destacó que los católicos necesitan entrar en contacto con Dios y tener un diálogo con él, para poder salir delante ante esa fragilidad.
“Busquen a Dios en el momento de la tentación, encuéntrense con él y salgan adelante”, recalcó.
Destacó que este mundo de tentaciones lleva a muchos a sentirse poderosos y dueños de los demás, a pesar de haber un solo Dios.
“Ninguno de nosotros es dueño de la vida del otro, ninguno tiene el poder sobre el otro. A veces se dejan llevar por ese pensamiento y los que tienen un poder quieren que los demás se humillen, se postren, pero solo ante Dios se arrodilla uno”, reiteró.
Ante esto, Vázquez Villalobos convocó a los creyentes a no ofender, ni despreciar a nadie, porque muchos se creen ser de primera por su abundancia en bienes o por su color de piel.
“En nuestro Oaxaca los que según son de raza especial, porque son mestizos o descendientes de españoles, ingleses o franceses, desprecian a sus hermanos de los pueblos indígenas, porque no hablan la lengua que hablan ¿Cuál es la diferencia de que sean de un pueblo originario? Ninguna. Todos son hijos de Dios, son iguales. No son diferentes, son hijos de Dios, unos y otros”, aseveró.
“Busquen a Dios en el momento de la tentación, encuéntrense con él y salgan adelante”.
Pedro Vázquez Villalobos
Arzobispo de Antequera-Oaxaca
