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La vida de campo en Oaxaca es sembrar la tierra con el clima en contra

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Foto(s): Nadia Altamirano Díaz
Nadia Altamirano Díaz

Como si fuera un árbol de los pastores que crece en las zonas secas del sur de África con raíces de hasta 68 metros -las más profundas en el mundo-, Antonio Chávez Jiménez tiene enraizada su vida en el trabajo del campo.

“Estaría mejor la planta, pero primero nos granizó y luego nos heló”, dice al observar casi media hectárea con zacate que dejó secar para obtener entre 9.3 y 9.4 hectáreas de maíz híbrido por hectárea y entre 2 y 5.3 toneladas de maíces criollos mejorados, gracias a que aplicó bioestimulantes.

Enfrentar la crisis climática  

De no haber aplicado las sustancias que recibió del Programa Abasto Seguro de Maíz ni dejarse guiar por la asesoría técnica de la  Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural (Sefader), a pesar del riego en su parcela las condiciones climáticas sólo le hubieran permitido obtener zacate para alimentar a su ganado, pero sin nutrirlo.

Carlos Barragán García, técnico de la Sefader adscrito al municipio de Magdalena Apasco sabe que son 112 productores que cultivan 194 hectáreas en ese municipio, pero sólo diez cuentan con riego para escalonar sus siembras a lo largo del año.

“Siembran dos o hasta tres veces maíz al año para tener forraje para sus animales, pero se enfrentan a las condiciones climáticas adversas que afectan sus cultivos, ya que puede ser de sequía en un tiempo, calor extremo en otro o heladas, como las dos que cayeron de diciembre a enero”, señala.

Precisamente para contrarrestar los efectos de la crisis climática, en la parcela de Antonio y otros productores que sembraron en septiembre y ahora están levantando su cosecha, se aplicaron productos que se conocen como bioestimulantes.

“Son productos naturales que ayudan a la planta a controlar su estrés, contienen aminoácidos y proteínas que son esenciales para su metabolismo” y en este caso no implicó un costo para el productor porque lo entregó la Sefader.

Al ser el primer año de la implementación del programa, lo que se busca es fomentar este tipo de tecnología, pero también mostrarle al productor cómo funciona para mejorar los rendimientos y aminorar los daños por condiciones climáticas”.

 

 

Suelos empobrecidos

Para el ingeniero Eliud Oliva Cervantes, técnico también de la Sefader, a las condiciones climáticas adversas el productor debe sumar como factor en contra la falta de conservación del suelo y sus nutrientes.

Para demostrarlo, se pone en cunclillas en un extremo de la parcela sin cobertura vegetal, toma unos pedazos de tierra seca que se pulveriza con facilidad y explica: 

“Es un suelo con pendiente y en la medida que nosotros lo labramos, lo pulverizamos, lo dejamos suelto y al llover o al regar éste suelo se va a ir”.

Lo normal es que en la capa superior del suelo haya más porcentaje de materia orgánica, pero con la acción de labranza, se oxida esa materia orgánica y cada vez disminuye y su color oscuro se vuelve más pálido.

Una vez que Antonio conozca el desempeño de los bioestimulantes y conozca cómo reacciona con cada variedad que sembró, deberá aplicarlos constantemente “para ir identificando cuáles materiales se adaptan mejor a estas condiciones”.

 

 

Eficientar

Evelia Zárate Reyes, técnica de la Sefader participó también en la estimación del  rendimiento en la parcela de Antonio y se encargó de buscar y contar  las mejores mazorcas para contar sus hileras y granos por hilera.

“En promedio pues estamos encontrados de mazorcas de 14 o 16 hileras con 36 o 30 granos”, lo que en su experiencia  habla de un buen rendimiento porque en un contexto de sequía y falta de  agua de lluvia.

“El agua de los pozos de alguna manera van bajando y  eso necesitan  los  cultivos”, por lo que los bioestimultantes le ayudan a eficientizar la poca agua que reciban.

Cada que sale de su casa rumbo a su parcela Antonio toma por el mango de madera su hoz y aprovecha la curvatura de la cuchilla metálica para dejarla sobre su hombro derecho, por si en su cultivo se requiere cortar alguna planta.

De botas, pantalón oscuro y camisa, Antonio no debe soltar su bastón para evitar caerse entre los surcos, pero su fuerza se concentra en unas manos engrosadas por la faena diaria en 60 años.

Si cuando la sequía, las heladas o el clima comenzó a ser más adverso Antonio no pensó en dejar de cultivar su parcela, ahora que sabe que con bioestimulantes puede reducir daños en su cultivo, menos.

 

 

¿Qué son los bioestimulantes?

Sustancia o microorganismo que se aplica a las plantas, semillas o al entorno de sus raíces.

 

¿Cuál es su función? 

Estimular los procesos biológicos y mejorar la absorción de nutrientes.

 

Rendimiento en la parcela de Antonio

De 9.3 a 9.4 toneladas de maíz hibrido por hectárea.

De 2 a 5.3 toneladas de maíz criollo mejorado por hectárea.

 

 

“Siembran dos o hasta tres veces maíz al año para tener forraje para sus animales, pero se enfrentan a las condiciones climáticas adversas que afectan sus cultivos".

Carlos Barragán García, técnico de la Sefader 

 

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