Hace dos años Juan Alberto fue diagnosticado con cáncer de mandíbula. Médicamente ya no es posible ningún tratamiento para devolverle la salud. Ahora, bajo cuidados paliativos, lucha por vivir cada día con calidad.
Sostenido por su fe inquebrantable, Juan espera un milagro en su vida. “Creo en Dios y yo sé que es real y que él aún puede hacer un milagro en mí”, expresa con fervor.
La lucha de Juan Alberto inició un 6 de enero de 2022. Ese día, fue diagnosticado. La noticia dada por los médicos fue como un golpe.
Todo empezó con un dolor de muelas.
“No estábamos familiarizados con todo eso y pensamos que sólo era cuestión de ir al dentista. Fuimos a que le sacara la muela y se la sacaron, a raíz de eso vimos que le empezó a crecer una bolita. Creíamos que era una infección”, relata Natalia, esposa de Juan, pues debido a que el cáncer abarca gran parte de su boca, a Juan le resulta complicado hablar.
La familia decidió acudir con otro dentista quien de inmediato le mandó a hacer una tomografía en el cráneo, lo que les permitió tener un diagnóstico certero. A partir de ese momento, su vida dio un giro completo.
Antes de que el cáncer tocara a su puerta, él realizaba trabajos de tabla roca y pintura.
“Esto vino a transformar nuestra vida porque como todos tenemos planes, tenemos sueños y de repente llega esta enfermedad y es como: ¿y ahora qué vamos a hacer? Y ahora ya no es una vida, normal tienes que estar atento a de ir al hospital, de verlo por los medicamentos, incluso en la cuestión de nuestras hijas, por ejemplo, la mayor tuvo que dejar de estudiar porque es quien cuida a mi esposo para que yo pueda salir a trabajar”.
Natalia explica que a lo largo de todo el tratamiento Juan recibió muy buena atención médica. Le realizaron 30 quimioterapias y 32 radiaciones, sin embargo, en agosto pasado lo dieron de alta por “máxima beneficiencia” pues ya no hay nada que médicamente se pueda hacer.
El cáncer se corrió a las costillas y ahora solo está en cuidados paliativos. “El cáncer es una enfermedad muy dolorosa sobre todo en las personas que lo tienen en los huesos. Son dolores muy fuertes y en el caso de él al principio se le estuvo dotando de morfina por parte del hospital, sin embargo, a raíz del desabasto que está a nivel nacional, ya no es posible obtener ese medicamento el cual le controlaba sus dolores”.
Bazar 3:16
Para solventar los gastos que implican los cuidados paliativos, Juan y Natalia abrieron el Bazar 3:16. En éste venden ropa que les ha sido donada, pero también pulseras artesanales y cuadros grabados que realiza Juan.
“Primeramente mi esposo es quien elaborar lo que son las pulseras artesanales y hace algunos cuadros grabados. Nosotras le ayudamos. Es un trabajo en equipo y familiar. Mi hija grande es quien empaqueta los artículos y yo me dedico las entregas de nuestros artículos. También tenemos lo que es este un bazar de ropa. Nuestro bazar empezó aproximadamente hace un año y poco a poco, pues hemos tratado de movilizarnos en colectivos en lugares, donde nos permiten poner nuestros productos”.
Fe inquebrantable
“Primeramente siempre le pido dirección a Dios porque yo sé que Dios existe. Él es el que me da las fuerzas. Yo empecé a pedir ayuda a las personas que si tenían cosas que no ocuparan que me las donaran para que yo las pudiera vender”.
El bazar se llama 3:16 porque es una cita bíblica; es el corazón de la Biblia que dice: porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo que en él crea no se pierda más tenga vida eterna. “Y yo he creído en él y él es el que me ha dado las cosas al día de hoy. Los doctores me han dicho que ni ellos mismos han entendido porque las radiaciones y las quimioterapias no me dañaron ningún otro órgano, no lo pueden entender”, resalta.
“Yo le pido a Dios que me de fuerza diariamente, el doctor me decía que el cáncer en la mandíbula no es común. De hecho, la mayoría de personas que les da este tipo de cáncer vive muy poco. Yo sé que dios me da la oportunidad de vivir”.
Si deseas ayudar a Juan y Natalia, puedes contactarlos a través del 9512941708. La familia requiere de recursos o donaciones para la compra de gasas y cinta kineseologica. Además de recursos para que su hija pueda retomar sus estudios.
