En sólo un par de semanas, el cono de huevo llegó a los 100 pesos en algunos puntos de la capital del estado, mientras que una sola pieza se puede encontrar en $3.50.
El producto, uno de los de mayor consumo dejó de ser la alternativa al alcance de los bolsillos de las familias.
“Con este costo, ahora ni carne ni huevo se puede comprar”, expresó Reyna, jefa de familia quien es el sostén de tres hijos.
La carne también se encuentra por las nubes.
El kilo de pechuga de pollo fluctúa entre los 98 y 120 pesos en mercados públicos, mientras que el del tasajo dependiendo su variedad, está entre los 220 y 250 pesos.
Una revisión realizada al monitoreo “Quién es quién en los precios” de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), revela que el costo del huevo es más económico en tiendas de autoservicio en donde el cono de 30 piezas se ubica en 81.97 pesos, el de 18 en 48.50 marca Aurrerá y 46.98 marca El Calvario.
Reyna explicó que debido a que todos los productos han subido, el ingreso resulta insuficiente para comprar un casillero de 18 o 30 piezas.
Ella, al igual que otras proveedoras del hogar se ven obligadas a comprar por unidad.
Así para poder llevar a la mesa el alimento, tiene que destinar 35 pesos para comprar 10 huevos y racionar las porciones de tal manera que pueda alimentarse cada integrante de la familia.
El pasado 4 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), estrategia creada entre las empresas públicas, privadas y el gobierno para estabilizar durante 6 meses los precios de la canasta.
Varios factores en contraLa medida buscaba contener el precio en el 27.26 por ciento de los productos y servicios genéricos que conforman la canasta del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), sin embargo esto no se ha logrado.
De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), dentro de los elementos que han presionado el alza del huevo está la gripe aviar, la sequía, los efectos de la guerra de Rusia contra Ucrania, la inflación en diferentes proteínas, así como la seguridad en las carreteras de México.
El más reciente informe del Inegi en el INPC detalla que los incrementos de precio con mayor relevancia en el mercado mexicano estuvieron en productos como aceites y grasas vegetales comestibles, con un aumento anual de 33.26%; las harinas de trigo, con 28.61%; el pan blanco, con 24.96%; la tortilla de harina de trigo, con 18.35%, así como los pastelillos y pan dulce empaquetado, con 16.77%.
