El acto de bordar que el mismo sistema desestima por su simpleza, se convirtió para siete periodistas oaxaqueñas en una nueva forma de exigir justicia para sus 22 colegas asesinadas en el país.
Cuando Paulina Ríos conoció por la escritora Tamara León el proyecto de mujeres que bordan para sanar el dolor de la violencia por una pérdida o la desaparición de un familiar, le propuso invitar a sus colegas de la Red de Mujeres Periodistas de Oaxaca a hacer algo similar.
“Me pareció una forma nueva de seguir diciendo que no hemos olvidado a nuestras compañeras asesinadas, cuya muerte nos duele y nos hace pensar si vale la pena seguir escribiendo, porque dolorosamente hemos visto que la sociedad no nos respalda”, considera Paulina.
Tamara León recuerda que fue en una exposición de un mapa bordado del colectivo Hacer Tequio donde le habló a Paulina Ríos de las mantas de curación del proyecto Patchwork Healing Blanket que en 2018 inició la gestora cultural y curadora Marietta Bernstorff.
“Yo quería bordar el rostro de la periodista Regina Martínez porque en 2013 le escribí un poema que me publicaron en la red mundial PEN (Poetas, ensayistas y novelistas) de Londres, Inglaterra”, y así participó con las integrantes de la Red de Mujeres Periodistas de Oaxaca.
“Fue una experiencia maravillosa, porque así como se tiene miedo a la hoja en blanco, teníamos miedo a la manta, principalmente sobre cómo la bordaríamos” y se convirtió en “una manta muy poderosa, porque reúne una energía de denuncia”, asegura Tamara León.
Dejar de hacer
“Aparentemente son unas simples mantas, pero son mucho más que eso porque tienen la energía de mujeres que dejaron de hacer cosas para bordar”, aclara la artista e integrante del Centro Ecológico Milpa Urbana, Edith Morales Sánchez.
Cada tarde de domingo Soledad Jarquín bordaba el rostro de su hija María del Sol, asesinada en Juchitán de Zaragoza el 2 de junio de 2018, “hasta que ya no sentía la espalda”.
En sus puntadas Soledad utilizó el azul aguamarina para delinear un corazón y muchos otros colores para bordar gerberas y girasoles que eran las flores preferidas de María del Sol, así como colibríes y una cámara fotográfica para recordar que esa era su pasión.
“Fue difícil bordar”, admite Soledad, sobre todo porque llevaba muchos años sin hacerlo, pero a la vez representó imaginar a su hija en paz y sentirse también así.
Además, Soledad disfrutaba de reunirse con sus colegas en Milpa Urbana, un espacio en el Barrio de Xochimilco de Oaxaca donde también se les brindó acompañamiento desde el inicio del proyecto en abril pasado, cuando comenzaron a planear el diseño de la manta de curación y el proceso de bordado.
“En el proceso creativo y el desarrollo técnico la maestra de bordado Monserrat Ruíz aportó su tiempo y paciencia para resolver dudas que algunas participantes tenían”, recuerda Edith Morales, para quien éste es un acto político de denuncia muy importante que “señala que algo de la estructura institucional y social está mal”.
Patchwork
En 2018 la gestora cultural, Marietta Berstorff y un grupo de académicas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) convocaron a mujeres a bordar en torno a los diferentes tipos de violencia de género que en su expresión más cruda provoca diez feminicidios diarios en el país.
Para decidirse en impulsar este proyecto Marietta partió de dos hechos violentos que la consternaron, el asesinato de una candidata a diputada en un pueblo de la costa de Oaxaca y el feminicidio de María del Sol, de la misma edad que su hija.
“Estaba yo en la Ciudad de México, empecé a ir a las marchas y vi a las jóvenes muy animadas”, pero también se preguntó cómo dirigir la rabia de las que no asisten y no lo van a hacer nunca porque “no saben que es el término feminista y en Patchwork tampoco lo usamos, lo que hacemos es hablar por qué esta violencia contra la mujer, las y los niños, contra la madre tierra”, afirma Marietta.
Este proyecto se expandió por diferentes partes del mundo y suman alrededor de mil mujeres que han bordado una manta de 70 por 70 centímetros que se une con otras para formar murales textiles que viajan a salas de museos o espacios públicos donde deciden exponerlas.
En Oaxaca cuatro colectivos, incluyendo la Red de mujeres Periodistas de Oaxaca, han participado en este proyecto que también ha sumado a mujeres que de manera individual han bordado en torno a la violencia de género, de infancias y a la madre tierra.
Citlalli López, quien eligió el rostro de Anabel Flores Salazar, periodista de Veracruz que fue asesinada el 8 de abril de 2016, 15 días después de haber dado a luz, en su bordado desplegó raíces y ramas como símbolo de vida y múltiples posibilidades, “como una metáfora que entrelaza dignidad y memoria”.
Además, “cada puntada, elaborada con paciencia y cariño, se convierte en un testimonio visual que sostiene la demanda de justicia” para ser un acto de sanación y al mismo tiempo una expresión de resistencia radical.
Antes de que la manta de las periodistas asesinadas se integre a una exposición itinerante que recorrerá museo como el de San Ildefonso en la Ciudad de México, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo le abrió sus puertas bajo el nombre Hilos de justicia.
La exposición únicamente durará tres días a partir de este miércoles 20 de diciembre y muestra el resultado de periodistas que se detuvieron para traer al presente esos sucesos que forman parte de una realidad carente de justicia.
Hilos de Justicia
-De 2005 a 2023 22 comunicadoras y periodistas asesinadas en México.
Nueve rostros bordados
-Felícitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino, colaboradoras de Radio Copala en Oaxaca, asesinadas el 7 de abril de 2008.
-Yolanda Ordaz de la Cruz, periodista de Notiver en Veracruz, asesinada el 27 de julio de 2011.
-Regina Martínez López, corresponsal en Veracruz de la revista Proceso, asesinada el 28 de abril de 2012.
-Anabel Flores Salazar, periodista del Sol de Orizaba en Veracruz, asesinada el 8 de febrero de 2016.
-Miroslava Breach, corresponsal en Chihuahua de La Jornada, asesinada el 23 de marzo de 2017.
-María del Sol Cruz Jarquín, fotoperiodista de Oaxaca, asesinada el 2 de junio de 2018.
-Norma Sarabia Garduza, periodista de Tabasco Hoy, asesinada el 11 de junio de 2019.
-María Elena Ferral, Diario de Xalapa y Quinto Poder en Veracruz, asesinada el 30 de marzo de 2020.
“Me pareció una forma nueva de seguir diciendo que no hemos olvidado a nuestras compañeras asesinadas (...) nos hace pensar si vale la pena seguir escribiendo, porque dolorosamente hemos visto que la sociedad no nos respalda”.
Paulina Ríos, periodista
“Aparentemente son unas simples mantas, pero son mucho más que eso porque tienen la energía de mujeres que dejaron de hacer cosas para bordar”.
Edith Morales Sánchez, integrante del Centro Ecológico Milpa Urbana
"Cada puntada, elaborada con paciencia y cariño, se convierte en un testimonio visual que sostiene la demanda de justicia”.
Citlali López, periodista
