Con la idea de que cualquier persona que llegue a los Estados Unidos puede alcanzar la prosperidad mediante el trabajo duro, ha llevado a miles de familias de Venezuela, Honduras, Ecuador, Nicaragua, y otros países, a dejarlo todo para buscar el llamado “Sueño Américano”.
A pesar de las grandes dificultades que la comunidad migrante enfrenta en su trayecto hacia el territorio estadounidense, atravesando países y arriesgando la vida, el cruce de ciudadanos extranjeros por la región del Istmo de Tehuantepec, se sigue dando todos los días.
Este jueves, la joven venezolana María Delis Reyes, llegó con sus tres hijos menores de edad, acompañada de su mamá y un hermano a la ciudad de Juchitán, buscan -dijo- llegar a la Unión Américana para tener una mejor vida, que la que tenían en su natal Venezuela.
Ella y su familia como otras tantas más, forman parte de la caravana migrante “Éxodo de la pobreza”, que este jueves se instaló en el ex Centro de Movilidad Migratoria, que hoy solo funciona como una estancia, sin que sea operado por alguna autoridad.
Como muchos venezolanos, salieron hace tres meses de su país, debido a la situación económica que se vive en aquella nación, gobernada por Nicolás Maduro.
“Hemos sufrido mucho en el trayecto desde Venezuela. El transporte cobra demasiado, no nos alcanza a veces; si pagamos el transporte no comemos”.
Señaló que al pasar por Costa Rica, Nicaragua y Honduras fueron bien tratados, pues los dejaron transitar por esos países sin ningún problema, pero en México se han tenido problemas por las amenazas de deportación por parte de las autoridades migratorias.
Sin tener un familiar que los reciba en los Estados Unidos, indicó que están decididos a llegar a aquel país, pues regresar al suyo ya no es una opción, pues antes de salir vendieron todo.
“Cuando salíamos de la selva del Darién, una banda de ladrones nos robó; desde ahí en cada país que llegamos, nos toca trabajar una semana para poder avanzar. Queremos llegar a Estados Unidos y cumplir muchas metas que tenemos”.
“Hemos sufrido mucho en el trayecto desde Venezuela. El transporte cobra
demasiado, no nos alcanza a veces; si pagamos el transporte no comemos”.Testimonio de migrante
