En los últimos 6 años, 14 episodios de desplazamiento forzado interno se han registrado en 13 municipios de Oaxaca debido a sucesos de violencia que afectaron a 5,476 personas.
Según el informe Desplazamiento Forzado Interno en México: del reconocimiento a los desafíos, elaborado por la Secretaría de Gobernación, los datos proporcionados por las notas periodísticas revelan un escenario preocupante entre enero de 2016 a mayo de 2021 por los 138 episodios de desplazamiento masivo ocasionados por diferentes formas de violencia en México, los cuales obligaron a cerca de 75 mil 942 personas a trasladarse internamente a otros.
Esto representa un promedio diario de 38 personas que deben dejar sus lugares de origen y al menos dos episodios de desplazamientos masivos cada mes.
Aunque se registraron desplazamientos en 15 entidades, 7 concentran 91% de los casos y 97% de la población afectada se encuentra en Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Sinaloa, que representan 21% de la población nacional.
La razón de agrupar Chiapas y Oaxaca en una categoría de análisis es la naturaleza de los conflictos y episodios de violencia que han provocado desplazamientos masivos en sus territorios. Se han documentado 40 episodios de desplazamiento masivo en estos estados, los cuales obligaron a 20 mil 789 personas a abandonar sus hogares en 29 municipios.
La mayoría de los desplazamientos forzados documentados en Chiapas y Oaxaca ocurren en el marco de conflictos intra o intercomunitarios, motivados principalmente por disputas de carácter territorial, político y religioso.
Los conflictos a los que se hace referencia, en su mayoría poseen raíces históricas y están intrínsecamente vinculados a factores estructurales, como la división política y administrativa del territorio, el sistema económico y las desigualdades derivadas de éste, así como procesos históricos de marginación, explotación y exclusión.
La mayoría de los casos sucedió durante conflictos agrarios y comunitarios de origen político, muchos de ellos vinculados con disputas derivadas de contextos electorales.
En el caso de las rivalidades políticas, un elemento particular del contexto oaxaqueño es la existencia de comunidades regidas por el sistema de usos y costumbres, y la coexistencia con la presencia e influencia de partidos políticos y otros grupos con que se vinculan.
