Alfonso Tapia Barrita
SALINA CRUZ, Oaxaca.- La paralización de algunos sectores productivos, entre ellos el pesquero, a raíz de la pandemia, ha llevado a la población a buscar dos y hasta tres empleos para subsistir. Además, vecinos de Salina Cruz sostienen que todavía no se perciben en la localidad los efectos de las obras contempladas en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
La pandemia ha dejado, argumentan, múltiples pérdidas para las familias de Salina Cruz, justamente el municipio más golpeado por los contagios y las defunciones en el Istmo oaxaqueño. El desgaste, aseguran, se ha dado en todos sentidos, desde el anímico hasta el económico, al enfrentarse a una enfermedad altamente costosa.
Obreros salinacrucenses han señalado la necesidad que prevalece en el sector, por la falta de fuentes de empleo permanentes que permitan superar el rezago y la precariedad en la que viven decenas de familias en una ciudad con actividad industrial y actualmente insignia de uno de los programas federales más importantes de la historia.
La calidad de vida del grueso de la población no se acerca a lo que han prometido las administraciones de los tres órdenes, proyecto tras proyecto. La crisis ha obligado a buscar no uno sino dos y hasta tres empleos para estar en posibilidades de satisfacer todas sus necesidades y las de su familia.
Contrario a lo que dicen los gobiernos de un incremento en la calidad de vida de los gobernados, Lauro Reyes Flores, ex trabajador de Pemex, indicó que debido a las dificultades económicas que ha traído la pandemia de Sars-Cov-2, se ha visto en la necesidad de adquirir un nuevo empleo "y buscarle por otro lado" en su tiempo libre, por los innumerables gastos que tiene en la actualidad.
El pensionado de Pemex sostuvo que a sus 58 años todavía realiza otras labores para llevar el sustento a su hogar, como es trabajar primero como vigilante por las noches en las cercanías del mercado Ignacio Zaragoza y desde hace más de un mes como “velador” en una construcción que están ejecutando en la colonia Deportiva, esto para hacerse de otro ingreso que deudas y compromisos han mermado el monto de su pensión.
Juan Díaz, vecino de la colonia San Pablo, indicó que debido a su edad -45 años- ya no lo contratan en ninguna empresa si no es con una recomendación que cada vez es más difícil de conseguir; no ha podido colocarse en algún centro laboral, "y esta es la misma situación en la que no solo se enfrenta gente de mi edad, sino también jóvenes que egresan de los Tecnológicos y universidades istmeñas: no hay suficientes fuentes de trabajo", dijo.
De profesión contador público, el hombre señaló la necesidad del gobierno local, del estado y de la federación, de evaluar sus políticas públicas, porque el trabajo quizá llega, pero está mal pagado; veo a ingenieros y licenciados contratarse como empleados de trasnacionales por apenas unos cuantos pesos, y si bien no es denigrante, sí es necesario crear plazas o centros de trabajo pero con mejores condiciones laborales, subrayó.
Ante esta situación, la he ido medio pasando con la venta de créditos, explicó el hombre, ofrezco de distintas financieras, pero lo que sí es cierto es que tampoco es seguro, estamos al día y ahora con la pandemia los convenios con instituciones de gobierno se han revocado, como el de Pemex, o suspendido de manera parcial, lo que nos ha traído pérdidas; es cuestionable la situación que se vive en la región, unos pocos tienen y otros no, lamentó.
