Un reporte de la Asociación de Internet MX (AIMX) afirma que en México existe una baja cultura para prevención de delitos cibernéticos, pues un 90.6 por ciento de los mexicanos usuarios de internet afirmaron que le preocupa la ciberseguridad, en tanto solo un 50 por ciento consideró que sus dispositivos están realmente protegidos ante estos.
La encuesta asegura que las afectaciones han ido al alza, ya que el año pasado 22.1 por ciento de los usuarios de internet señalaron haber tenido alguna vulneración en los últimos 12 meses como fraude y la pérdida financiera con un 46.5 por ciento, suplantación registró un nivel del 27.3 por ciento y robo de información de 22.2 por ciento.
La Asociación de Internet expone que cada vez son más sofisticados y menos perceptibles los medios que utilizan los delincuentes para ejecutar estos actos.
Por ello, la Asociación de Bancos de México (ABM) alerta que los fraudes pueden ocurrir ya sea, por vía telefónica, a través de mensajes de textos, correos electrónicos o cualquier tipo de enlaces; no obstante, sin importar el cómo, el objetivo siempre será engañar hasta obtener la información deseada.
Expone que hay ciberdelincuentes que llegan a pedir préstamos a nombre de la persona engañada, pues actualmente algunos organismos financieros ya los acreditan de manera automática; pero, en cuanto cae la transacción, se transfiere a otras cuentas.
La Asociación de Bancos informa que recientemente se conoció otro tipo de estafa muy similar, en la que se usan los datos bancarios del cliente y se solicitan créditos sin su consentimiento para después hacerle creer que el depósito era una equivocación y que se debe devolver el dinero, aunque él mismo termina en la cuenta del delincuente y el propietario se queda con la deuda.
Por ello, recomienda a los propietarios de las cuentas a recordar que bajo ninguna circunstancia alguna institución bancaria contactará al usuario para solicitar datos confidenciales, como acceso a la plataforma, su contraseña, el token, NIP o CVV.
Esto debido a que tienen un registro de cientos de casos en que las personas han caído en la trampa y pierden su dinero, lo peor es que el mismo banco no se responsabiliza debido a que la operación fue realizada por el propio cliente.
