Los perros no sólo son el mejor amigo del ser humano por su lealtad y amor, con entrenamiento adecuado también son los ojos de las personas débiles visuales.
Zeppelin, es uno de ellos. Desde hace algunos meses es compañero de Víctor de la Cruz, activista a favor de los derechos de las personas con discapacidad visual.
Zeppelin es un labrador dorado. Pasó por un riguroso proceso de entrenamiento en una escuela especializada en Michigan, Estados Unidos.
Sólo el 30% de los perros que comienzan el programa de entrenamiento en prisiones estadounidenses logran convertirse en perros guías. Este proceso, que incluye la socialización con presos y el aprendizaje de habilidades esenciales, destaca la dedicación y cuidado involucrados en la formación de estos animales.
Muchas personas desconocen la formación y el propósito de los perros guía, lo que puede llevar a malentendidos y situaciones incómodas. Víctor se enfatizó que, aunque estos perros pueden parecer mascotas, están trabajando y tienen una función vital en la vida de las personas con discapacidad visual.
“Es muy importante concientizar de estos animales que son perros de asistencia y que no son mascotas. A un perro guía no se le puede acariciar porque el perro está trabajando. Es peligroso, si alguien le habla a un perro guía y va caminando. Lo distraes de su trabajo y puede provocar un accidente”, explicó.
A pesar de la importancia de los lomitos en la vida de las personas con discapacidad para brindarles independencia y seguridad, falta mucha concientización para no discriminarlos y restringirles los espacios.
“Sí se ha avanzado en cuanto al perro, pero todavía falta mucho. A veces no te dejan entrar a los lugares públicos con el perro porque piensan que va a morder, que se va a hacer del baño, son prejuicios al final de cuentas”, dijo.
En este sentido hizo un llamado a la concientización y educación pública sobre los derechos de las personas con discapacidad y la importancia de respetar el trabajo vital de los perros guía. Invitó a las personas a informarse sobre las leyes que protegen estos derechos y denunciar cualquier discriminación.
La vida de Víctor y Zeppelin es un testimonio de la conexión especial entre las personas con discapacidad visual y sus perros guía que subraya la importancia de crear entornos inclusivos y respetuosos para todos.
