La empresa Transportes Urbanos y Suburbanos de Guelatao (TUSUG) fue denunciada por usuarias del transporte público debido a que se niega a pagar los daños ocasionados a una mujer de 63 años de edad quien resultó con fractura de vértebra cuando la unidad en la que viajaba a exceso de velocidad hizo saltar a los pasajeros al caer en un bache.
Todo ocurrió el domingo 18 de febrero cuando Mitzuki González y su madre Mami Miramoto, una ciudadana de origen japonés con más de 30 años de residencia en Oaxaca, tomaron el transporte para dirigirse al centro de la ciudad.
Debido a una manifestación que obstruía el paso por Calzada Porfirio Díaz el autobús, que iba a exceso de velocidad, se desvió por Emilio Carranza. A su cruce con Privada de Almendros pasó sin precaución un bache lo que ocasionó que las personas saltaran dentro de la unidad.
Varios pasajeros se golpearon en la cabeza, pero Mami Muramoto fue la más afectada al caer sentada tras elevarse aproximada de 50 centímetros. “En automático mi mamá empieza a gritar de dolor”.
Familiares de una docente que resultó lesionada por la imprudencia de un conductor de la línea TUSUG denunciaron una serie de irregularidades y complicidades de la fiscalía, la aseguradora, semovi y la empresa para evadir la responsabilidad pic.twitter.com/v5OvJ1IHHf
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) February 21, 2024
El chofer bajó a todos los pasajeros de la unidad y los subió en una que iba atrás. En ese momento la pasajera lesionada y su hija se quedaron a la espera de la llegada de la aseguradora, policía vial y la policía municipal, sin embargo, ninguna llegó.
Fue entonces que el conductor de la unidad comenzó a avanzar con las pasajeras bajo pretexto de que las iba a llevar a la clínica privada 2002, sin embargo, en el transcurso recibió una llamada de un agente de seguros quien le indicó que se trasladara hacia la Unidad Médica Preventis en donde el responsable es el doctor Soriano Salinas con número de cédula profesional 2108525. Ahí le realizaron una placa y chequeo rápido. En ésta se observaron que Mami Muramoto tenía una factura por aplastamiento de la zona lumbar L2.
Estando ahí llegó una persona que se dijo agente de Quálitas, quien de acuerdo con las denunciantes, en todo momento se negó a presentar una identificación que lo acreditara como tal.
Relatan que mientras el médico continuaba dando instrucciones a la paciente, tanto el conductor del autobús como el presunto agente de seguros se retiraron del lugar.
“Nos dejaron varadas”. Aproximadamente 40 minutos más tarde llegó una ambulancia A05 de TUMS quien presuntamente había sido enviada por la aseguradora para realizar el traslado y minutos después rectifican y le hacen saber que no era así.
Por la situación de la urgencia las pasajeras aceptan ser llevadas por TUMS hacia la clínica 2002. Ahí Mami ingresó a las 5 de la tarde del domingo. El lunes Mitzuki fue a las oficinas de Quálitas para exponer la situación. El coordinador de siniestros de nombre Mario le explicó que el seguro no procedía ya que la licencia y tarjeta de circulación a nombre de Iván Díaz González estaban vencidas desde el 2021.
Al analizar los documentos Mitzuki también observó que la foto de la tarjeta no coincidía con el rostro del conductor del percance.
El pasado 20 de febrero acudió a la Fiscalía a presentar una denuncia contra Filiberto Martínez Ortega, propietario de la unidad B230 de TUSUG, así como en contra de la aseguradora, pero le indicaron que sólo la persona afectada podría llevar a cabo la denuncia; sin embargo Mami tiene que estar en reposo.
“Lo único que pido que se haga justicia en los daños físicos que tiene mi mamá, tiene que estar dos meses en reposo total en cama, tiene que acudir una enfermera para que la cuide”, expuso.
Mitzuki también acudió a la Secretaría de Movilidad (Semovi) pero le dijeron que tenía que ir a la Fiscalía a levantar una denuncia. De la misma manera acudió a la TUSUG, pero en una de las ubicaciones le indicaron que la unidad no pertenecía a ese grupo y que tenía que dirigirse a otro lugar. Llegando allá sólo encontró un almacén abandonado.
“Tanto Fiscalía, Semovi, la Línea de TUSUG, Clínica 2002 y Quálitas se están lavando las manos en este accidente”.
