La cuesta de enero 2023 se avizora larga. La economista y catedrática de la UABJO, Ana Luz Ramos Soto, señaló que tanto factores externos como internos llevará a que este fenómeno económico se prolongue hasta el mes de marzo.
“Es una cuesta que no va a quedar sólo en enero; también llegará a marzo (…) Datos de Banxico reportan un cierre de año con inflación del 8.25%, lo que da un panorama general del arranque de 2023”, destacó.
Explicó que dentro de los factores externos que profundizarán la crisis en este año están las nevadas extraordinarias en Estados Unidos que consecuentemente podrían generar un incremento en productos de primera necesidad en México porque es un país dependentista.
A nivel interior, agregó, lo que incidirá es el incremento de impuestos en algunos productos. Y es que el 2023 arrancó con una serie de alzas en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a cigarros, refrescos y gasolinas.
A lo anterior se agrega para Oaxaca el factor de incertidumbre política por los cambios de autoridades en 415 municipios regidos por sistemas normativos internos.
Dijo que la cuesta de enero será en especial más pesada para aquellas familias que se endeudaron en diciembre durante las fiestas navideñas y de fin de año mediante la adquisición de productos a meses sin intereses.
“Gastaron dinero plástico sin intereses que no es más que una estrategia de mercadotecnia. La gente se endeudó y ahora no sólo tienen los gastos de inicio de año como pago de predial, pago de continuación de operaciones, sobre todo en Oaxaca en donde la economía terciaria es la que dinamiza la economía”, expuso.
Para 2023 la proyección de crecimiento económico es entre 1 y 1.5%, cifras de un crecimiento bajo que se debe a la incertidumbre y la eventual recesión en la economía de EU, lo que se conjuga con los niveles de inflación que en México.
Ramos Soto recomendó a la población ser muy cauta en sus gastos. “Se tiene que hacer una planeación de gastos y de entradas, no gastar más de lo que ingresa. Prever en materia de salud porque lo que estamos viendo es que los centros de salud y hospitales públicos no tienen los medicamentos necesarios y los tiene que absorber la población. Estamos viviendo una sexta ola y tenemos que prever. También tomar en cuenta que están habiendo despidos por el cambio de gobierno”, culminó.
