Cientos de empleos formales han sido despreciados por la población económicamente activa debido a que, tras la pandemia, las vacantes son de poca calidad, es decir ofrecen bajos ingresos, horarios inflexibles y pocas prestaciones laborales, señaló la economista e investigadora de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Ana Luz Ramos Soto.
“Estos empleos que están ofreciendo son empleos precarios, es decir sí les aseguran que les van a dar seguro social y las prestaciones siempre y cuando reciban un salario mínimo. Esos empleos precarios no son atractivos, por otro lado, vemos que el aparato productivo de Oaxaca de Juárez se terciarizó en la economía informal”, apuntó.
Si bien los empleos se han ido recuperando, también se muestra que los trabajos que se ofertan son de menor calidad, hecho que desalienta a las y los buscadores llevándolos a refugiarse en actividades informales.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirman lo anterior, puesto que en el primer trimestre de 2022 el número de personas en la informalidad fue de un millón 508 mil, mientras que en el cuarto trimestre de 2021 había sido de un millón 462.
Por sexo, en el primer trimestre de 2022 la ocupación informal en los hombres aumentó al pasar de 829 mil en el primer trimestre de 2021 a 842 mil en el primer trimestre de 2022.
Por su parte, las mujeres pasaron de 626 mil a 666 mil en el mismo periodo.
Ramos Soto indicó que una manera de incentivar la generación de empleos formales de calidad, es que las autoridades gubernamentales ofrezcan beneficios fiscales a las empresas o comercios que generen fuentes de empleo bien pagadas.
“Si hay pequeñas y medianas empresas generando empleos, apoyémoslas en el cobro de impuestos más bajos, programa de pago en parcialidades, dispensación de un porcentaje de impuestos si genera nuevos empleos o contrata a personas con discapacidad o mayores de 60 años de edad”, apuntó.
A nivel nacional, el trabajo mal pagado, las jornadas excesivas y la carencia de prestaciones mantienen en precariedad laboral a casi 18 millones personas en el primer trimestre del año.
La economista señaló que en los siguientes meses del año no se observa una recuperación de empleos bien pagados, pues a pesar de la realización de la Guelaguetza, la derrama generada no permeó entre los pequeños comercios.
