Con la suspensión de la distribución y comercialización de 23 mil 400 litros de leche en municipios de Valles Centrales por un paro de trabajadores de la Sección 6 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Láctea, Alimenticia, Similares y Conexos de la República Mexicana (Sindilac), la gerencia estatal de Liconsa podría dejar de percibir 105 mil 300 pesos por día.
El paro de brazos caídos en los diferentes departamentos de la gerencia estatal comenzó el pasado jueves 15 de septiembre y, salvo el viernes 16 y el sábado 17 de septiembre que se contemplaba la suspensión por la conmemoración del aniversario del inicio de la Independencia de México, el Secretario General de la Sección Oaxaca Operativos, Jerónimo Ruíz Rojas estimó que se puede prolongar a lo largo de esta semana, lo que equivale a no entregar 163 mil 800 litros en siete días.
Brevemente el gerente en Oaxaca de Liconsa, Margarito Pérez Lubian aseguró que “estamos trabajando alternativas y ya tenemos una solución para que no se afecten los beneficiarios”, pero al cierre de edición la distribución de leche seguía suspendida hasta nuevo aviso.
Desde el año de 1944 México comenzó un Programa de Abasto Social de Leche abriendo lecherías en municipios, las cuales comercializan a 4 pesos con 50 centavos el litro de leche, otorgando cuatro litros por beneficiario, ya sea menor de 15 años, mayor de 60 años, embarazadas y mujeres lactando.
En una familia puede haber como máximo seis personas beneficiarias, lo que equivale a acudir a la lechería entre las 6:00 y las 8:00 horas los seis días de la semana para recibir cuatro litros de leche en bolsas de polietileno a un precio subsidiado.
A la gerencia de Liconsa, ubicada a un costado de la Carretera Federal 190, a la altura de la Capellanía, agencia del municipio de Guadalupe Etla, se recibe la leche en polvo en bultos de 25 kilos para rehidratarla y envasarla en esa planta, para después distribuirla en las lecherías de los municipios de Valles Centrales.
Desde el pasado jueves 15 de septiembre la base trabajadora comenzó con un paro de brazos caídos para exigir, por segunda ocasión, la entrega de ropa o uniformes de trabajo, así como los que debieron utilizar en mayo para el desfile del Día del Trabajo.
Protesta reiteradaEn abril pasado más de cien trabajadores iniciaron una protesta similar, pero sólo suspendieron el suministro por unas horas, ya que el subdelegado de la Secretaría de Gobernación, Florencio Merino Hernández, se comprometió a ser el intermediario ante el gerente Margarito Pérez Lubian, para la entrega de uniformes.
En una asamblea extraordinaria del 4 de septiembre pasado, las y los agremiados de la Sección 6 acordaron dar un ultimátum de siete días a su secretario general del Sindilac, Daniel Raúl Arévalo Gallegos, para que fuera él quien, “como nuestro dirigente nacional” les entregara las dos dotaciones de uniformes.
La falta de respuesta hizo que los trabajadores operativos mantengan suspendidas todas las actividades de soldadura, manejo de ácidos o solventes, junto con los trabajos de carga y descarga.
