Nombre: Miriam Nayeli Díaz Jarquín. Edad: 15 años. Fue vista por última vez el día 4 de julio de 2023 en la colonia Odisea, Santa María Atzompa, Oaxaca. Ayúdanos a localizarla.
Aquella es sólo una de las decenas de fichas que diariamente son publicadas por la Unidad de Búsqueda de Personas No Localizadas (DNOL) de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO). En Oaxaca, la desaparición de niñas y mujeres es una realidad diaria.
Para la activista y defensora de derechos de las mujeres, Vilma Katt Ulloa, la problemática está ligada a la trata de personas. El estado -señala- no sólo es un lugar de tránsito, también es de consumo y de captación de mujeres.
“Si bien, la trata de niñas y mujeres ha sido una realidad en Oaxaca, no se había visibilizado tanto. Esto ha sido señalado principalmente por las activistas, colectivas feministas y, por supuesto, por las familias que se han dedicado a buscarlas. Todos los días podemos ver carteles de búsqueda y eso sólo son los casos que se denuncian”, indicó.
La desaparición de mujeres -opinó - ha sido consecuencia de la inoperancia del estado en todos sus niveles, la corrupción, la falta de interés y, sobre todo, la complicidad de las autoridades que hacen que las niñas y mujeres en Oaxaca no estén seguras tanto en el espacio público como en lo privado.
Por otro lado -añadió- uno de los factores más importantes en este delito tiene que ver con el consumo de los cuerpos de las niñas y mujeres, que generan ganancias económicas inimaginables. “Muchos de los consumidores están en las altas esferas políticas”, asentó.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ubica a Oaxaca dentro de las diez entidades con mayor incidencia de trata. Las cifras -señaló- no sólo debería de aceptar que el Estado ha fallado: tendrían que servir para crear acciones que logren prevenir y erradicar todas las formas de violencia hacia niñas y mujeres.
La activista indicó que los focos rojos por trata de personas en el estado se ubican en la Mixteca por su cercanía con Puebla, el Istmo de Tehuantepec, por colindancia con Chiapas, y la Costa que colinda con Guerrero.
“Son algunas de las rutas en donde los tratantes transitan con toda impunidad y en cuestión de horas pueden trasladar a una víctima”, asentó finalmente.
