Alexandra Zolorio
En la comunidad de Santiago Yogana, perteneciente a Ejutla de Crespo vive el guajolote más viral de Oaxaca.
El cuni cuni de aproximadamente dos metros y medio de altura sorprendió a los asistentes a un bautizo, como parte de la tradición de entrega de cumplimiento, en la que los padres de la o el menor le entregan regalos como pan, chocolate, mole, chile y hasta guajolotes a los padrinos, quienes a su vez bailan con estos obsequios al son de El Guajolote y el Jarabe del Valle, con apoyo de los invitados a la fiesta.
“La idea de elaborar este guajolote, en colaboración con dos amigos, fue para exponer un poco de la cultura que desgraciadamente se va perdiendo y me gustaría seguir preservando estas tradiciones para enseñárselas a mis hijas”, resalta Felipe González Bourgueth, quien tuvo la idea de crear esta pieza monumental, con mucho cariño para la fiesta de su sobrina Fátima, y también para el disfrute la comunidad que lo enamoró.
“Soy nativo de Oaxaca, he vivido 13 años en Ocotlán de Morelos, mi padre es de Cuilápam de Guerrero, a donde me fui a vivir a la agencia de Cruz Blanca que colinda con Nazareno, Xoxo, donde conocí a Jacobo hace 15 años y por eso sé que es muy bueno en lo que hace”, indicó.
Tiempo después Felipe se mudó a la comunidad de Yogana para formar una familia y ahí conoció a César Méndez, experto en decoraciones: “Yo me casé con una muchacha de Yogana y ahora vivo en esta comunidad, donde conocí a César, entonces lo llamé también para que nos ayudara a realizar la fiesta para mi sobrina. Me puse a pensar qué sería padre para dar a conocer en mi comunidad y como lo tradicional aquí es el Baile del Guajolote para entregar la Guelaguetza que se le da al padrino, se me vino a la mente hacer un guajolote.
Un trabajo en equipo
Felipe González Bourgueth, Jacobo Morales y César Méndez Hernández trabajaron en equipo para elaborar esta pieza monumental que ha sido sensación en las redes sociales.
“Yo soy Médico Veterinario, pero en la adolescencia realizaba monos de calenda, entonces tengo el conocimiento y elaboré la estructura del cuerpo del guajolote con ayuda de mi amigo Juan Carlos y luego llamé a Jacobo y César para que se sumara a este proyecto”, destacó Felipe.
Los tres orgullosos oaxaqueños unieron sus talentos y en una semana armaron esta obra de arte, con esfuerzo, dedicación, compromiso y deseos de compartirlo con su pueblo.
“Mi trabajo es la cultura, escultura o restauración; yo hago máscaras en noviembre, entonces trabajo con diversos materiales, como la resina”, destaca Jacobo Morales, artista plástico oriundo de Nazareno, Xoxo.
“En la realización de la cabeza me llevé una semana. Fue un proceso de conocimiento de proporción, de técnicas, materiales, estudiar, ver fotografías, documentarse un poco sobre su anatomía. Las patas fueron más rápido porque es esponja, un material más noble, y se pinta con ecografía”, detalla el joven.
Cien por ciento artesanal
Por su parte, César Méndez relata que el proceso de “vestir" al guajolote, fue cien por ciento a mano y un trabajo muy dedicado.
“Fue mucho trabajo. Las plumas hay que limpiarlas, secarlas y luego seleccionar dónde se van a ubicar, cuáles van en las alas, cuáles en la cola, y luego elaborar el papel de China. Se trató de un trabajo muy artesanal, pues tiene entre 4,500 y 5,000 plumas de guajolote, que fueron pagadas a mano”.
El Baile del Guajolote
Pero este no es un totol cualquiera, éste, tiene su personalidad basada en el comportamiento del animal, su baile de cortejo y por supuesto, con un toque de la alegría y gracia que nos caracteriza a los oaxaqueños.
“Quisimos hacerlo un poco más real. El Guajolote siempre es dominante, como jefe de parvada, un macho es más lucido y uno trata de copiar lo que uno ve del comportamiento de los animales y ha de ser chistoso ver al guajolote bailar”, cuenta Felipe González, quien desde el interior manipula los movimientos de esta ave.
Un sueño: la Guelaguetza
Gracias a las redes sociales, el Guajolote más oaxaqueño ha llegado a las regiones de la entidad, a otros estados de México y hasta ha sido visto en el extranjero, pues no es una botarga, mucho menos un mono de calenda, es la representación misma de la cultura y las tradiciones de Oaxaca, por lo que el sueño es compartirlo con todas y todos… ¿Y por qué no? ¡Bailar en la Guelaguetza!
“El guajolote es algo muy significativo aquí en Valles Centrales y en todo Oaxaca y estaría muy padre participar en algunos eventos para que la gente lo conozca en físico”, expresa un Felipe orgulloso de su trabajo y soñador de poder compartir las tradiciones oaxaqueñas con todas y todos.
“Ya nos han hablado de la Sierra Sur, de la Sierra Norte, de la Mixteca y de estados como Querétaro y Puebla, pidiendo esta pieza para sus festividades y nosotros estamos en la mejor disposición”.
Por su parte, Jacobo Morales destacó que Guelaguetza se trata de compartir y enriquecer los bailes y la cultura de Oaxaca, por lo que “si quisieran que formara parte de algún baile o evento, sería con todo gusto”.
A pesar del gran éxito para estos jóvenes creadores, el enorme guajolote ha significado una alegría inmensa, pues no sólo se reconoce su trabajo artístico y artesanal, sino que también se refuerzan las tradiciones oaxaqueñas en todo el mundo y se inspira a las nuevas generaciones a rescatarlas o recrearlas para que no mueran.
Impresionante
2 metros y medio de altura mide aproximadamente
4,500 a 5,000 plumas de guajolote real tiene coloradas
1 semana de elaboración se tardó
3 jóvenes unieron su talento para crearlo
Un trabajo de fondo
Para elaborar el guajolote estudiaron la anatomía del ave y para darle vida, el comportamiento del animal.
Apreciado desde fuera
Puebla y Querétaro concentran gran número de oaxaqueños radicados en esos estados, quienes al ver al guajolote en redes, reconectaron con sus raíces y lo han buscado para sus eventos.
Sobre ellos
Felipe González Bourgueth / Médico Veterinario
Facebook : Felipe Gonzalez Bourgueth
Tiktok: @felipegonbou
Jacobo Morales / Artista Plástico
Contacto: Facebook: Jacobo Morales
Instagram: jacobomorales_
Taller: Avenida de la República, número 6, Nazareno,
Хохо.
César Méndez Hernández / Experto en decoraciones
Facebook: Sebastián Hernández
“El guajolote es algo muy significativo aquí en Valles Centrales y en todo Oaxaca y estaría muy padre participar en algunos eventos para que la gente lo conozca en físico”.
Felipe González Bourgueth, médico veterinario
"Fue un proceso de conocimiento de proporción, de técnicas, materiales, estudiar, ver fotografías, documentarse un poco sobre su anatomía".
Jacobo Morales, artista plástico
“Fue mucho trabajo. Las plumas hay que limpiarlas, secarlas y luego seleccionar dónde se van a ubicar... Se trató de un trabajo muy artesanal".
César Méndez Hernández, experto en decoraciones
