Citlalli López Velázquez
Cientos de toneladas de basura en casa y calles comenzaron a hacer crisis. Malos olores y líquidos comenzaron a desprenderse de los desechos que se generan diariamente en los hogares y comercios. La basura se ha convertido en foco de infección.
En la casa de doña Rosita tiene cuatro días que no pasa el servicio de recolección de basura. De acuerdo a la ruta semanal le tocaba pasar a su colonia el pasado martes, pero no ocurrió así.
La paralización de labores del Sindicato Independiente 3 de Marzo la dejó con tres bolsas repletas de basura. Un revoltijo de plástico, restos de alimentos, basura sanitaria y desechables. "Ahora sí que no sabemos qué vamos a hacer porque esto parece que va para largo", exclama con angustia.
El olor a podrido comienza a avisar que los desperdicios pronto serán insoportables. "Aunque no quiera, en algún momento la voy a tener que echar a la calle", admite.
Las casas de los vecinos de la colonia están en las mismas condiciones. De acuerdo con datos del Inegi cada persona en Oaxaca genera casi un kilogramo de basura diaria. Y aunque, según, estimaciones el 60% puede ser reciclable, reutilizable o utilizable para compostas, todo es revuelto.
Aunque de manera frecuente don Manuel realiza un separado general de la basura, quitando lo orgánico para abonar sus plantas, en esta ocasión ha redoblado esfuerzos. Además de separar, ha compactado lo más posible la basura doblando las cajas de cartón o aplastando los envases de plástico y latas.
“Siempre separo, pero esta vez, como llevamos 8 días sin servicio, empecé a compactar más mi basura. Ahí la tengo guardada”, explica mostrando dos botes recolectores grandes.
“Ya empezó a oler feo. No he visto si ya le salieron gusanitos porque aun cuando quito los alimentos, en la basura van los pañales de mi nieto”, explica.
En otras colonias de la capital, vecinos pidieron la presencia de un camión recolector particular. Fue una acción casi secreta, pues de lo contrario los recolectores se ganarían la antipatía del sindicato de barrenderos.
Sin embargo, las esquinas de las calles comenzaron a ser tiraderos a cielo abierto, como en la colonia Reforma, sobre la calle de Nezahualcóyotl, donde una decena de bolsas de basura fueron depositadas igual que en otras vialidades.
El caos será mayor, pues el sindicato de barrenderos ha informado que las movilizaciones continuarán.
