Los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus han causado muchos estragos en el Mercado Cuarto Centenario, uno de los más populares de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
El cierre de al menos 20 locales de diferentes giros, pasillos vacíos por la falta de clientes y las escasas ventas, debido al mermado poder adquisitivo de los oaxaqueños, evidencian la realidad de esta característica plaza comercial
“Por la pandemia, hay poca afluencia porque no hay mucho dinero, pero nos negamos a que se muera nuestro mercado”, afirmó la secretaria de Interiores del Comité Directivo, Hermila Martínez Martínez, propietaria de una papelería.
Hasta antes de la emergencia sanitaria, los propietarios de los 150 locales del popularmente conocido como Mercado de La Rayita, abrían todos los días, pero por el cierre temporal en los primeros meses del surgimiento del COVID-19, algunos de ellos ya no pudieron capitalizarse nuevamente y prefirieron cerrar.
“La economía está por los suelos y varios de nuestros compañeros no han podido reactivar sus locales”, asentó.
En su mayoría, los propietarios de los 20 locales que se encuentran cerrados se dedicaban a la venta de pan, flores, ropa típica, mercería y hasta antojitos regionales y comedores.
“Desafortunadamente esa es nuestra realidad”, anotó.
El resto de locatarios, dedicados a la venta de antojitos regionales, pan, carnes, pollos, frutas, verduras y quesos, así como de productos básicos e inclusive de papelería y regalos, han tenido un poco mayor de suerte y han podido mantener abiertos sus puestos. Sin embargo, las ventas no son las deseadas.
“Como no hay dinero, porque la economía está baja, nos falta un poco más de clientela. Si el mercado estuviera enfermo, diría yo que está convaleciente aún. Pero, por eso, le estamos echando ganas, para no dejar morir a nuestro mercado”, insistió.
Los antojitos regionales y las bebidas calientes quizá sea uno de los giros menos afectados en el mercado de La Rayita, porque su clientela acude todos los días, especialmente por la mañana, a degustar sus deliciosos platillos que se expenden en diferentes locales.
“Como la economía del cliente apenas se está mejorando, bajó drásticamente la venta, pero ahí vamos, no nos podemos quejar, porque la situación es pareja”, aseveró Luis Bautista Vargas, propietario de un local de antojitos regionales y bebidas calientes.
En su negocio, diariamente acudían aproximadamente unas 300 personas, pero por el surgimiento de la pandemia del coronavirus y sus secuelas aún presentes, no llegan ni a la mitad.
“Cayó bastante, antes acudían muchas personas, ahora si acaso 50 llegan. Es bastante la diferencia”, aseguró.
De hecho, los propietarios de dos locales dedicados a este giro también dejaron de expender sus productos.
“La crisis económica ha pegado no solamente a los clientes, sino también a los locatarios. Eso, es cierto”, agregó.“Preferimos no abrir”
En el área de los comedores, la situación no es tan distinta, a pesar de que siempre los negocios de venta de alimentos, se cree que siempre van a tener clientela.
“Antier y ayer no abrimos; preferimos no abrir, porque no hay mucha clientela y no tenemos dinero para estar comprando las cosas que necesitamos para hacer la comida”, aseguró doña Chonita, arrendataria de uno de los comedores.
Con lo poco que se vende, difícilmente se recupera la inversión, ni se cubren las necesidades personales, ni mucho menos se ahorra algo para pagar la renta.
“No reditúa mucho estar aquí, apenas sale para comer, no para la renta, porque no hay venta, la gente no viene porque también no tiene dinero. El turismo llega de vez en cuando, pero qué le vamos a hacer, hay que seguir trabajando, no hay de otra”, finalizó.
“No hemos dejado de trabajar, porque este negocio es herencia de generación en generación, sin embargo, hay poca clientela. Algunos de nuestros clientes, personas de la tercera edad, que compraban el pan tradicional de Oaxaca, murieron por la pandemia. Tres panaderías también cerraron por la pandemia, una de las propietarias murió y su hija no ha abierto, ya que ella trabaja. Pero, ahí la llevamos, los pocos que llegan nos vienen a comprar. No nos quejamos”. María de Lourdes Cruz Velásquez, Locataria dedicada a la venta de pan
Los que se mantienen abiertos
Locales dedicados a la venta de antojitos regionales, bebidas calientes, pan, carne, pollo, frutas, legumbres, quesos, cremería y comida, entre otros.
La Rayita
El Mercado Cuarto Centenario se le conoce La Rayita o La Raya, porque a partir de la calle Victoria se trazó una raya imaginaria que establecía un límite a la ciudad en la época de la conquista española.
Orígenes desde hace siglos
Según la historia de Oaxaca, los orígenes del Mercado de La Rayita, se remonta al año de 1563, cuando se establecía un extenso tianguis todos los sábados.
