Durante casi ocho décadas el inmueble ubicado en la esquina de Burgoa y Bustamante albergó el anfiteatro Manuel Matos; hoy transformado en aula magna de la facultad de Idiomas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), es un espacio que encierra misterios e historia.
El lugar fue fundado el 29 de mayo de 1947 por el entonces gobernador del estado, el general de división Vicente González y por el director del otrora Instituto Autónomo de Ciencias y Artes del Estado, el licenciado Ernesto Carpy y Manzano. Llamado Anfiteatro de Disección Doctor Manuel Matos, fue construido para la Facultad de Medicina.
Nancy Trujillo Ortega, coordinadora del Centro de Alto Acceso de la Facultad de Idiomas de la UABJO, explicó que fue hace cinco años cuando el espacio fue donado a la Facultad de Idiomas. En ese entonces se proyectó la remodelación, y concretó bajo el mandato del actual rector de la UABJO, Cristian Eder Carreño López.
Los cadáveres que eran llevados a este lugar correspondían a aquellos fallecidos por muertes violentas, personas asesinadas o atropelladas. Los cuerpos que no eran reclamados se guardaban en el lugar y servían para las prácticas del estudiantado de medicina.
Aunque por muchos años tuvo movilidad, el espacio quedó abandonado por mucho tiempo teniendo en su interior restos de cadáveres y basura. Algunas notas periodísticas señalan que los cuerpos estaban apilados unos sobre otros.
De acuerdo con Trujillo Ortega no se conserva un registro de quienes fueron las personas que estuvieron en este espacio, lo que es cierto es que en 2006 estuvo el cuerpo del periodista estadounidense Brad Will, asesinado en el conflicto social.
Durante la remodelación se quitaron planchas y el área de refrigerador, ahora hay bancas y mesabancos para el estudiantado. Lo único que prevalecen son las gradas construidas hace 80 años.
Trujillo Ortega señaló que el lugar ha experimentado fenómenos inexplicables, como ruidos, caídas de objetos que no tienen explicación aparente, y la sensación de energías pasando junto a las personas, incluso hay quienes señalan haber escuchado algunos lamentos. Aunque estas experiencias son parte de la cotidianidad, no han llegado a asustar al personal.
Las gradas originales, las ventanas y algunas energías del pasado se han conservado, y ahora el espacio sirve como Aula Magna para exámenes de certificación, titulación y charlas. A pesar de su pasado inquietante, el antiguo anfiteatro ha encontrado una nueva vida como un lugar de aprendizaje y encuentro en la UABJO. La historia del inmueble Manuel Matos continúa, ahora mezclada con el murmullo de las clases y la actividad estudiantil.
¿Sucesos paranormales?
- Los cadáveres que eran llevados a este lugar era de personas fallecidas en hechos violentos o trágicos.
- Hay quienes señalan haber escuchado algunos lamentos en el lugar.
- Se han observado caídas de objetos que no tienen explicación aparente.
- Personas han sentido energías pasando junto a ellas.
