Después de 20 años de trabajo, Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca integró una dirección colegiada.
La organización inició un proceso para afianzar una nueva etapa con una conducción renovada y comprometida para dar continuidad a su apuesta política.
Consorcio Oaxaca empezó un nuevo ciclo y dio paso a la dirección colegiada para compartir el poder desde la colectividad, complementariedad, apostando a la combinación de liderazgos diversos para enriquecer su caminar y abrir nuevos horizontes.
Después de un proceso interno, la organización determinó la integración de una dirección colegiada formada por Nallely Tello Méndez, Elizabeth Mosqueda Rivera y Yésica Sánchez Maya, quien formaba parte del equipo directivo.
Tello Méndez, integrante de Consorcio Oaxaca desde 2009, es licenciada en Intervención Educativa con maestría en Sociología, defensora de los derechos humanos de las mujeres y las juventudes con experiencia en protección integral feminista, cultura de cuidados y políticas educativas.
“El proceso interno fue consensuado y participativo. Seguiremos tejiendo redes porque vemos que la apuesta colectiva es la que puede transformar la sociedad. Y por otro lado, reconocemos y valoramos mucho los aportes de Ana y Pilar en los cimientos de esta organización”, afirmó.
Mosqueda Rivera, integrante de Consorcio Oaxaca desde 2016, es feminista, licenciada en Comunicación Social y defensora de los derechos humanos, con amplia experiencia en diseño y desarrollo de proyectos sociales de intervención comunitaria con enfoque de género e interculturalidad con mujeres y juventudes, implementados en Yucatán y Oaxaca.
Sánchez Maya es feminista, licenciada en Derecho, defensora de derechos humanos, especialista en litigio estratégico para la defensa de los derechos humanos e impulsora de redes y alianzas a nivel local, nacional e internacional. Fue becaria de Centro de Justicia Internacional, tiene amplia experiencia en incidencia en legislación y políticas públicas, así como en instancias internacionales.
También ha sido acompañante de víctimas de abusos de autoridad, criminalización a la protesta social, desaparición forzada detención arbitraria, prisión política, tortura, feminicidio y de mujeres sobrevivientes de violencia feminicida y experta en protección integral feminista.
