La Nochebuena y la Navidad son siempre una gran oportunidad para meditar sobre valores fundamentales en la vida como el amor, la paz, el servicio y la bondad teniendo como referencia a Jesús ejemplo supremo de humildad y de mansedumbre, afirmó el presidente de la Confraternidad de Pastores Cristianos Evangélicos del Estado de Oaxaca (Copaceo), Víctor Hugo Pérez Díaz.
“La encarnación de Jesús hace más de dos mil años en el sencillo y modesto pueblo de Belén de Judea nos lleva a pensar y reflexionar sobre la necesidad de buscar lo espiritual para salir de la prisión del materialismo que hace a los hombres ambicionar y luego traicionar sus principios, para finalmente hundirse en una vida llena sin sabores aun con mucho dinero”, asentó.
Expuso que los seres humanos, después de la pandemia del coronavirus COVDI-19, han cambiado sustancialmente su forma de percibir la vida.
“Muchas personas de manera inconsciente han caído en un individualismo radical. Importan ellos y solo ellos. Lo demás y los demás son secundarios mientras ellos se sientan bien”, anotó.
Subrayó que la generación pospandémica lucha y se debate en la búsqueda de una razón para encontrar nuevamente la esperanza y creer en un futuro promisorio.
“El porvenir quedó roto por el COVID-19 ya que dejó muchos hogares enlutados en todo el mundo y el dolor apenas se disipa”, añadió.
De este modo, destacó que el nacimiento de Jesús ofrece un bálsamo ante el dolor porque ese pequeño niño, Rey del universo e Hijo de Dios, nació en un pesebre.
