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Concentran personas adultas población con discapacidad

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Al empezar a confundir las palabras que a sus 70 años escuchaba, la familia de Leonor no estaba lista para que diez años después se convirtiera en una persona con discapacidad auditiva.

“El estar sordo o sorda aísla a las personas, aunque esté rodeada de gente, no escucha y no puede intervenir en una conversación”, es la conclusión a la que llegó Paola, una de las hijas de Leonor que en estos 20 años ha visto cómo perder el 60 por ciento de audición imposibilita que su madre esté sola en casa o en el espacio público.

El terror que tenía Paola, sus hermanas y hermanos, era que al estar Leonor sola en casa, sin sus aparatos auditivos, “que no escuche la alarma sísmica o si alguien entra sin aviso a la casa”, miedos que se multiplican si sale a caminar a la calle sin compañía “porque no escucha el ruido de los automóviles que la alertan de un incidente de tránsito”.

Discapacidad más en mujeres

Como Leonor, en Oaxaca existen 842 mil 598 personas que al año 2020 el Inegi contabilizó con una discapacidad, de un total de 20.8 millones en México, predominando las mujeres.

De cero a cuatro años se contabilizaron 16 mil 955 personas con discapacidad y a partir del grupo de personas de 50 a 54 años se incrementa en un 327% hasta llegar a 72 mil 407.

El grupo de edad con la cifra más alta de personas con discapacidad es el de 60 a 64 años con 74 mil 807 personas, de las cuales 41 mil 103 son mujeres, pero a partir de aquí comienza un decremento y con más de 85 años y una discapacidad sólo se contabilizaron 44 mil 472 personas, 55% (24 mil 646) mujeres como Leonor, cuyos cuidados recaen principalmente en sus hijas.

“Con una persona con discapacidad la vida se transforma y los cuidados se recargan en las mujeres”, reconoce Patricia, quien considera que la fortaleza de su madre le ha impedido deprimirse porque su familia hizo el esfuerzo de comprarle aparatos auditivos adecuados que no cubre ninguna institución de salud pública.

“Los aparatos más adecuados, a la medida, son caros, cuestan como 15 mil pesos cada uno. Los que venden en las farmacias y que cuestan dos mil pesos, son bocinas que sólo amplifican los sonidos”, lo que hace ver que además de los cuidados, el factor económico es determinante para disminuir el impacto que una discapacidad provoca en la vida de una persona.

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