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Con su edición número 50, revista comunitaria "El Topil" cumple 15 años

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Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

En un contexto social marcado por las más serias amenazas de proyectos extractivistas, la poca tolerancia a la crítica y la fuerza de las redes sociales, la revista El Topil que edita la organización Servicios para una Educación Alternativa (Educa) cumplió 15 años que festeja a la par con su edición número 50.

Al hacer una comparación del Oaxaca que comenzaron a narrar en 2008, el coordinador de este proyecto, Miguel Ángel Vásquez de la Rosa, recordó que como un proceso de comunicación alternativa El Topil tiene su cordón umbilical en la convulsión social y política del 2006. 

En un conversatorio que por los 15 años de El Topil reunió en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca a cuatro colaboradores, Vásquez de la Rosa estimó que al menos 200 personas han ofrecido, sin pago alguno, sus letras.

“Son un entramado de colaboradores” que van del periodismo crítico al trabajo comunitario, de la investigación a la academia “con un poco de todo”, principalmente textos breves de análisis “para abrir el diálogo con el otro” que ayudan a entender los 15 años recientes en Oaxaca.

El investigador del CIESAS Pacífico Sur y asidúo colaborador de El Topil, Víctor Leonel Juan Martínez, recordó que el nombre implica el primer cargo en la cadena para llegar al bastón de mando en Oaxaca, donde la regla dicta mandar obedeciendo.

“Es el mensajero, quien comunica las decisiones, además de encargarse de la seguridad del pueblo”, por lo que la organización Educa se explica en parte a través de El Topil por ser un espacio de libertad, autocrítica y pluralismo en la diversidad.

Que en tiempos donde impera lo digital El Topil sea una revista que todavía se imprima, es para el periodista Antonio Mundaca un ejercicio de resistencia porque en las comunidades con nulo o limitado acceso a internet, todavía existe el ejercicio de comunicar una noticia voceandola en un aparato de sonido

Celebró también la colaboración social entre defensores y periodistas para lograr una agenda común, desde un periodismo comunitario para descentralizar la información. 

“El topil es el mejor ejemplo de que el periodismo no es objetivo y de que se pueden elegir las batallas periodísticas”, opinó.

Para Belén Díaz Velasco del Colectivo Espiga del Maíz, quien colaboró por primera vez en El Topil en su edición número 50, es un espacio que permite a activistas "dar a conocer lo que pensamos y sentimos como defensoras de nuestro territorio, sobre todo en comunidades".

Un espacio en cuyas páginas se encuentra un tejido de voces diversas que extienden su trabajo desde diversas reflexiones, es como describió a la revista El Topil Esperanza González Valentín, Integrante de la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de Oaxaca (Redecom) y también comunicadora comunitaria.

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