Las calles del Centro Histórico están llenas de obstáculos principalmente para peatones, ciclistas y motociclistas, tanto por los baches, pero también por los comerciantes en la vía pública.
Gustavo García, quien es repartidor en su motocicleta, comparte que en el Centro Histórico hay algunos tornillos, hoyos y argollas de las y los comerciantes que venden en las calles, las cuales son un peligro para ellos.
“Una vez pasé por la calle de Las Casas y no me di cuenta y pasé por uno de los tornillos y mi llanta se ponchó. Pasé otro día y vi que es un tornillo donde los ambulantes amarran sus lonas”, señala.
Expone que sobre esa misma calle ha visto hoyos donde entierran los comerciantes sus estructuras o hasta argollas que detienen todo el puesto, por lo que solicita a las autoridades que las retiren.
“Casi siempre paso por aquí y no me había dado cuenta de que en el piso hay esos tornillos; es peligroso porque podrían ponchar las llantas”, señala.
Peligro para los transeúntes
Durante un recorrido realizado por NOTICIAS Voz e Imagen de Oaxaca, una persona tropezó con uno de esos tornillos anclados en el piso, lo cual provocó que su zapato sufriera daños.
“Es peligroso que tengan esos tornillos porque hay gente que podría caerse y lastimarse. Yo ahorita sólo me tropecé, pero alguna persona puede venir cargando, se cae y podría lastimarse”, advierte.
De acuerdo con Manuel Núñez, presidente de la asociación Grupo Salvando Vidas, en ocasiones, algunas personas le han expuesto su experiencia al tropezarse con algunos tornillos, los cuales se les han enterrado en el zapato o hasta provocado heridas graves.
Asegura que aunque ha visto las argollas en el piso, donde supone amarran sus lonas los comerciantes, ha preferido no quitarlas para evitar problemas con ellos.
“Es importante que se quiten porque son un peligro para las personas con discapacidad y transeúntes, ya que no es común que veamos al piso; si un tornillo causa daños, no quiero imaginar el que provocan las argollas”, manifiesta.
Banquetas, igual de peligrosas
Alba Quiroga, vecina de Santa Rosa Panzacola, afirma que ella prefiere caminar por la calle porque las banquetas están en mal estado, además de que los puestos de los comerciantes quitan espacio para caminar.
“Siempre me ha dado temor caminar por la banqueta, por los comerciantes; por eso mejor camino sobre la calle, pues algunos venden frutas y se les cae y me he resbalado con ellas”, comparte.
Afirma que además de esto, algunas banquetas tienen desnivel o los registros están destapados, por lo que es difícil la movilidad en las calles del Centro Histórico.
“Hay obstáculos por todas partes. Por la banqueta, hay que ver que no nos vayamos a caer en un hoyo; por la calle, los mecates de los puestos o los vehículos de los ambulantes estorban mucho. Ya no sabemos ni por dónde caminar”, lamenta.
La ciudadana espera que pueda haber alguna solución a esta problemática, pero no sabe cuál pueda ser, porque a pesar de que se decía que retirarían a los comerciantes de la vía pública, estos siguen ofertando sus productos y disminuyendo el camino para los peatones.
Obstáculos para peatones:
Estructuras
Puestos
Argollas
Hoyos
Para saber
1.4 metros deben medir máximo las sombrillas de comerciantes, según el ayuntamiento capitalino.
Heridas y llantas ponchadas, algunas consecuencias de estos tornillos y obstáculos.
