Por su cambio de parroquia, el fundador y coordinador del albergue del Centro de Orientación al Migrante (Comi), el presbítero Fernando Cruz Montes dejará la administración de ese centro asistencial a la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca.
El sacerdote dio a conocer que determinó dejar la coordinación del Comi porque desde julio del año pasado fue cambiado de sus parroquias de San Juan de Dios y Cristo Rey en esta ciudad a San Pedro y San Pablo Teposcolula, región de la Mixteca.
“Por el cambio ya no podía atender el albergue al estar fuera de la ciudad”, añadió.
Además, expuso que necesitaba dejar las dos parroquias y el Comi por ser una tarea demandante, por su edad y por estar enfermo de diabetes.
“También era vicario episcopal y ya me sentía cansado”, agregó.
Explicó que decidió dejar la administración a la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca porque fundó el Comi no para él, sino para la Iglesia Católica.
Detalló que la administración del albergue inicialmente iba a pasar a manos de dos sacerdotes, pero finalmente será atendido por las religiosas Siervas del Espíritu Santo.
“Se cambiará el acta constitutiva para que ya no aparezca, quedando en manos de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, para después firmar un convenio con las hermanas, que se harán cargo de su atención”, anotó.
Destacó que el Comi se queda con infraestructura suficiente para recibir migrantes por las instalaciones de cocina, comedor y dormitorios equipados.
Aunque, lamentó que el albergue se encuentre cerrado actualmente, hasta el 1 de mayo próximo, a pesar del incremento en el tránsito por la ciudad de migrantes, principalmente centroamericanos y sudamericanos.
“Lo siento mucho, es cuando más se necesita”, apuntó.
Además, se quejó que una ex administradora y una ex secretaria, con el respaldo de un ciudadano estadounidense, hayan creado una campaña de desprestigio al Comi, después de ser despedidas por incurrir en irregularidades.
“Estaban abusando, vendiendo el papel higiénico a los migrantes y alterando facturas”, señaló.
El sacerdote dijo que incluso aparentemente han pagado a los migrantes para generar protestas y desvirtuar el servicio ofrecido desde hace 20 años por el Comi.
“No se vale que desprestigien todo lo hecho en tantos años”, finalizó.
