TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Los sismos, las lluvias, el comercio informal y la falta de un programa de gobierno para rescatar las edificaciones antiguas, acaban con uno de los inmuebles considerados icono de la historia de Tehuantepec.
Tehuantepec estuvo entre las guerras de Reforma e invasión francesa, siendo participes de estos acontecimientos Juan Avendaño y Remigio Toledo, describe la historiadora Rosa Mimiaga en su reciente publicación.
Estos personajes habitaron una de las casas antiguas, ubicadas sobre la calle 22 de Marzo y avenida Juana C. Romero, en el corazón de la ciudad.
Una parte histórica de la tierra de la Inmortal Sandunga está siendo enterrada, debido al abandono en el que se encuentra la fortaleza que albergó a los militares en tiempos de conflictos.
La casona está rodeada de basura que dejan los comerciantes informales, así como de grafiti. Las columnas que sostienen la techumbre de teja cada vez se ve más desgastada, mientras el techo empieza a caer en pedazos.
Santiago Cruz, vecino cercano a la construcción antigua, comentó en las tardes se escuchan ruidos por el lugar que está abandonado desde hace muchos años y hasta el momento no saben quién es el propietario.
Señaló que las autoridades de Protección Civil deberían acordonar el espacio para que no pasen al predio o vigilar el sitio ante posibles derrumbes de las paredes o techos, y así evitar algún accidente, ya que la construcción se cae en pedazos.
Según colonos indicaron que esta casona tiene más de 30 años de estar abandonada, y hace unos años el Seguro Social la había embargado y la puso a la venta, pero nadie se interesó en adquirirla.
El primer cuadro de la ciudad es uno de tantos sitios, donde el paisaje cultural constituye imágenes identificables, afianzadas por el modo de ser de sus habitantes.
La presencia de haciendas como la de Santa Teresa de Jesús, el ferrocarril que pasaba frente al Chalet de Juana “Cata” ya son testigos mudos de lo que alguna vez fue Tehuantepec, dijo el Shuana Carlos Gutiérrez.
Resulta también preocupante los daños al patrimonio cultural, las casas antiguas y las calles están siendo reemplazadas por modernas construcciones, resaltó.
