Ana Lilia Pacheco
Para conseguir cambios radicales en la industria de la moda en Oaxaca y el país, a través de mejorar las condiciones de vida de las personas involucradas, principalmente artesanos y maquiladores, se realizará en Oaxaca la semana del movimiento Fashion Revolution México.
En esta semana, que será del 18 al 24 de abril, participarán artesanos oaxaqueños, promotores culturales y de marcas oaxaqueñas, además de académicos expertos en temas de moda y bordados textiles.
Efraín Paulino Martínez, Coordinador del movimiento en México, señaló que es importante que haya voluntad de colaboración entre organizaciones, colectivos, artesanos, instituciones académicas, centros de investigación, cámaras de comercio, empresas y representantes políticos para realizar cambios en la industria de la moda en el estado.
Recordó que desde el comienzo de la pandemia por la COVID-19, los trabajadores que se emplean en la industria de la moda han sido los más golpeados a consecuencia de la enfermedad, debido a la falta de interés y empatía por parte de las empresas del sector.
Señaló que en las actividades de la Fashion Revolution Week propondrán reflexionar sobre lo vivido durante estos dos años de pandemia “y marcar una hoja de ruta hacia el mejoramiento de las prácticas de las marcas de moda”.
El coordinador subrayó que con estas actividades busca posicionar a Oaxaca como la punta de lanza hacia una industria de la moda regenerativa que impacte en la vida de las personas.
Recordó que en Oaxaca existe una industria textil y de indumentaria reconocida estadísticamente, pero no humanizada, además de que no existe una producción de insumos textiles locales.
De igual forma, expuso que hay casos de plagio y malas prácticas por parte de marcas mexicanas e internacionales con los bordados de Oaxaca; no obstante, estos no han tenido un seguimiento y se quedan en denuncias.
Lamentó que Oaxaca sea un estado que funge como un complemento para la producción textil y de la indumentaria de Puebla, por lo que las condiciones laborales de los oaxaqueños son malas.
“No podemos permitir que la industria de la moda crezca irresponsablemente, ni con los humanos que integran su cadena de valor, ni con los recursos naturales de los que hace uso indiscriminado”, subrayó.
