El arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos pidió ayer a los sacerdotes no olvidar que fueron consagrados para actuar en persona de Cristo y así no solamente anunciar, sino también vivir su palabra en medio de un pueblo necesitado de amor.
“Usted es un consagrado, no se le olvide, es un ungido y no solamente por la unción bautismal o por la unción en su confirmación. Dios lo consagró para él, lo llamó a ser su sacerdote, así como eligió a sus apóstoles, así lo eligió a usted. Siéntase elegido por el señor Jesús”, afirmó.
Durante la Misa Crismal de la Semana Santa, que celebró en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, donde bendijo los Santos Óleos y los sacerdotes renovaron sus promesas del día de su ordenación, el mitrado aseguró que los presbíteros fueron consagrados para actuar en persona de Cristo, celebrar los misterios, presentarse ante la comunidad para anunciar su evangelio y así llevar la buena nueva a sus hermanos.
“Usted ha escuchado muchas veces y tal vez lo ha dicho, que el sacerdote es otro Cristo, vivamos entonces como otro Cristo. Nuestro modelo es muy grande e inalcanzable, pero Cristo nos va a dar la gracia, nos va a dar la fuerza, nos va a regalar sus dones para que nos parezcamos cada vez más a él. Nuestro pueblo espera encontrar en nosotros al consagrado, al hombre de Dios”, aseveró.
Por eso, llamó a los sacerdotes a no únicamente anunciar, sino también vivir la palabra de Dios para hacer creíble en el pueblo las palabras que salen de sus labios.
“Vamos haciendo creíble el anuncio que sale de nuestros labios, haciendo creíble y nuestro pueblo, que nos va a escuchar con piedad, con fe, va a creer en el anuncio, porque lo estamos haciendo vida”, asentó.
Además, requirió a los presbíteros vivir en medio del pueblo y sobre todo, no negar su amor porque Dios a nadie se lo niega, sea quien sea y viva como viva.
“Usted, como otro Cristo, no le niegue el amor, haga sentir el amor sacerdotal a sus hermanos. Ellos aman a Dios, a usted lo aman, corresponda amando”, agregó.
Aparte de esto, solicitó a los sacerdotes no ser ingratos, ni injustos con el pueblo, porque necesita de su misericordia y de su compasión.
“El Señor Jesús miró a las multitudes y se compadeció de ellas, usted compadézcase de todas las personas, no solamente de los que le caen bien, de los que están cercanos a usted, sino de los alejados, de los que nunca vienen, de los que nunca se paran”, anotó.
De esta manera, subrayó que los presbíteros necesitan cambiar sus actitudes y ser más humanos, más comprensivos, más amables, más pacientes.
“Hay mucho dolor en nuestro pueblo, porque a veces les negamos el bautismo, por no sé cuántas razones. Quién es usted para negar ese sacramento. También, me dio dolor el otro día escuchar, ‘me negaron la misa, a mi ser querido, difunto’. Qué triste que usted, sacerdote, no acompañe en el dolor, no se conmueva, no tenga sentimientos por esas lágrimas. Dios mío”, aseguró.
Destacó que los sacerdotes necesitan sacrificarse un poco más y ejercer su ministerio por caridad, por amor y por misericordia, a pesar de estar cansados y desgastados, por ser los únicos facultados para celebrar la misa.
“Vaya usted y celebre la Eucaristía. Y deles una palabra de aliento y esperanza. Sé que está solo, pero tiene la fuerza divina. La familia va a sentirse amada, acompañada, apoyada y no se va a sentir despreciada”, señaló.
Sin embargo, también agradeció a los sacerdotes por su ayuda para cumplir la encomienda del Señor para conducir a la Iglesia Católica, a evangelizar y a conducir a un pueblo.
“Gracias, porque usted ahí donde está, me ayuda. Yo sé lo que es ser un párroco, sé lo que es ser un vicario, sé lo que es estar en un pueblo. Yo sé de todo ese desgaste y sólo tengo palabras de agradecimiento”, remarcó.
Del mismo modo, dio sus agradecimientos a los presbíteros por el amor ofrecido hacia su persona.
“Públicamente lo digo, me siento muy amado por cada uno de ustedes. Gracias por ello, no deje de amarme y permítame que yo le siga amando a usted mi sacerdote, lo quiero amar como lo ama el Señor. Están en mis oraciones y están en mi corazón y me duelen muchas cosas, me duele su sufrimiento, sus carencias, sus necesidades y sus preocupaciones”, refirió.
Aunque, Vásquez Villalobos pidió igualmente a los católicos a orar en el Sagrario por los sacerdotes para que ejerzan de mejor manera su ministerio.
“Yo conozco a mis sacerdotes, los conozco y sé que a veces son algo tercos, los conozco y ellos mismos me dicen, ‘me impaciento, me desespero y no me controlo’. Yo quiero que ustedes vayan al Sagrario y oren por sus sacerdote, para hacerlo santo y virtuoso. Perdonemos y tengamos compasión por nuestro sacerdote”, terminó.
Promover la vocación sacerdotal
Antes de la bendición final de la Misa Crismal, el arzobispo Vásquez Villalobos llamó a los creyentes a promover la vocación sacerdotal en sus familias, en sus vecinos y en sus comunidades.
“Son 120 parroquias, necesitamos más y más sacerdotes”, aseveró.
Subrayó que la promoción de la vocación sacerdotal no es solamente una responsabilidad del arzobispo o de los propios sacerdotes, sino de todos los fieles.
“Oaxaca debe tener muchos sacerdotes, los necesitamos”, afirmó.
El pastor religioso convocó a los padres de familia a atreverse y decir a sus hijos si no han pensado en alguna ocasión en ser sacerdote.
“Dígalo, anímelo, ya Dios se encargará de lo demás. Ser sacerdote, es una bendición inmerecida”, asentó.
“Usted, como otro Cristo, no le niegue el amor, haga sentir el amor sacerdotal a sus hermanos. Ellos aman a Dios, a usted lo aman, corresponda amando”.
Pedro Vázquez Villalobos
Arzobispo de Antequera-Oaxaca
Reconocimientos
En la celebración eucarística, el arzobispo Vásquez Villalobos también entregó reconocimientos a los sacerdotes que cumplieron 25 años de su ordenación y también a quienes se ordenaron en el último año.
