En su Mensaje de Pascua, el arzobispo Pedro Vásquez Villalobos llamó a los católicos a abrir su corazón a Dios y no ignorar a sus hermanos necesitados que viven sin esperanza.
“Que la luz de la resurrección sea motivo de alegría para nuestras comunidades”, afirmó.
El pastor religioso deseó que el espíritu del resucitado traiga consuelo, seguridad, paz y haga sentir por todas partes su fuerza de vida y libertad.
“Los enemigos de Cristo han agotado todos sus recursos para acabar con su misión, porque el odio, la traición y la muerte no han sido suficientes”, añadió.
Además, expuso que Dios no debe ser enterrado en una tumba y declarado muerto, ni debe ser olvidado, ni sentirse pesimistas.
Por eso, subrayó que los creyentes en el encuentro con el resucitado deben llenarse de alegría y sobre todo, con su coherencia de vida en la sociedad.
“Donde está Jesús se disipan las tinieblas, aceptemos el camino que nos ofrece, no lo descartemos”, señaló.
De esta manera, destacó que en estos tiempos se necesita buscar a Cristo Resucitado en las comunidades, cuidando y protegiendo la naturaleza, en los centros de trabajo, en las lágrimas de los pobres y en los marginados.
“La fuerza de Cristo es para llenarnos de esperanza. Con la luz de la Pascua se ilumina nuestra existencia para construir una sociedad justa y fraterna”, agregó.
Ante esto, exhortó a vivir la reconciliación entre los pueblos y comunidades, porque el amor de Dios es una fuerza viva que se hace presente en medio de su pueblo.
“Este amor Pascual es dinámico, es tiempo del espíritu, que nos levanta e impulsa. Unidos como verdaderos hermanos, caminemos juntos como los peregrinos de Emaús, no nos conviene quedarnos quietos, disfrutemos del susurro de la vida y del viento edificante del espíritu”, aseveró.
“Los enemigos de Cristo han agotado todos sus recursos para acabar con su misión, porque el odio, la traición y la muerte no han sido suficientes”.
Pedro Vásquez Villalobos, arzobispo de Oaxaca
