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Activismo Textil: usan en Oaxaca el bordado para revalorar la milpa

Foto(s): Nadia Altamirano Díaz
Nadia Altamirano Díaz

Hace tres meses, cuando Tamara, Edith y Mariana decidieron unir sus saberes e invitar a otras mujeres a bordar en colectivo, desconocían que el fruto de la semilla de su activismo textil sería un lienzo de manta de casi nueve metros con 19 servilletas que, unidas, son una suerte de cartografía en torno al principal sistema que desde la antigüedad sustenta la alimentación en América: la milpa. 

En el Barrio de Xochimilco, uno de los más icónicos de la ciudad de Oaxaca, mujeres unieron su interés de colorear, con aguja e hilo, la cosmovisión que comparten en torno al maíz, la calabaza, el fríjol, el chile y demás plantas domésticadas, cuyos restos más tempranos fueron  encontrados en la cueva de Guilá Naquitz del Valle de Tlacolula, junto con fragmentos de espigas de maíz y el teozintle.

Aprender compartiendo

El fruto de este trabajo procesual, donde lo más importante fue el aprendizaje de los saberes compartidos, incluyendo el intercambio de comidas y bebidas elaboradas a base de la milpa, lo define Edith Morales Sánchez como memoria y narrativa visual del sistema milpa, evocando aquellos antiguos mapas que delimitaron territorios.

“La milpa tiene que ver con territorio, con el conocimiento desde nuestros espacios entre quienes sí han sembrado y quienes estamos aprendiendo”, expresa segura Edith, artista contemporánea y fundadora del colectivo Centro Ecológico Milp en el trabajo previo que, comoa Urbana, abierto en 2020 en la calle de José López Alavés 1414, en el Barrio de Xochimilco, donde se bordaron la mayoría de las piezas de este lienzo que se presenta este jueves para conmemorar el Día Nacional del Maíz.

El abono que permitió germinar la idea fue la visión de un sistema milpa que se asocia con lo comunal y que se replicó para aprender en colectivo y dejar de lado la inercia de ser parte de un modelo individualista.

Para Mariana Garcia Acevedo, artista visual e integrante del colectivo Hacer tequio -cuyo fin es fortalecer la identidad socio y biocultural-, hay un trabajo previo en Bordando Oaxaca que nació para compartir saberes textiles, de iconografía, cosmovisión y técnicas de todo el estado a través de talleres que se basan en la “mano vuelta”, una tradición que hace referencia a la ayuda mutua para el bien común.

Mariana reconoce que a la par de que asistía a bordar a Milpa Urbana aprendió más sobre un sistema que replicaron sus bisabuelos y todavía mantuvieron sus abuelos, pero que ella ya no realiza.

“Las que siembran y hacen tortillas saben todo el trabajo que implica, desde cuidar la semilla, preparar la tierra, ser paciente y esperar el agua”, hasta bordar una servilleta que adornará el presente de una familia para una ocasión especial como una boda.

Personas del maíz

Fue entre las charlas de talleres que Mariana y Edith coincidieron con Tamara León, una profesora de educación especial, en bordar algo referente al maíz. Inicialmente creyeron que podría ser una manta, pero su cosecha tomó forma de lienzo.

“A mí el bordado me ha ayudado mucho en momentos de ansiedad”, dice tras recordar que la pieza con la que participa la hizo mientras su madre Zoila estuvo hospitalizada en una clínica particular por una infección en el pulmón, tras una operación por un tumor en la matriz.

Con las enseñanzas de su tía Lucha, desde los seis años Tamara aprendió a bordar y con los años addquirió una habilidad que le permitió participar en el lienzo con una segunda pieza en la que bordó tres mazorcas y la leyenda “El maíz es chingón”, porque ella es “más de palabras” y así expresa cómo "somos personas del maíz" y gracias a su consumo "no nos enfermamos tanto”.

 

Felisa Vicente Montesinos escucha a Tamara con la sabiduría de saber “pisar” la semilla, arrancar el fríjol cuando ha madurado, hacer tortillas, componer ropa, tejer y coser, actividades que intercala desde hace 15 años en la ciudad de Oaxaca con visitas a Santa María Suchixtlán, donde tiene su conexión con el campo que le da sustento a su familia.

Un lienzo que puede seguir creciendo

“Yo me enteré del lienzo porque el colectivo Hacer tequio invitó a una clase de bordado”, recuerda Felisa, quien aceptó participar, porque quiso salir de su casa a distraerse, sin imaginarse que en cada reunión, además de no perder el tiempo, aprendería más sobre la milpa.

Como Felisa, que le arrancó un poco de su tiempo a una jornada que desde hace 15 años se ha centrado en formar profesionalmente a dos hijas -Guadalupe quien ahora es arquitecta y Sara que es enfermera-, cada persona que llegó a bordar por las tardes a Milpa Urbana compartió e hizo crecer un lienzo que este jueves se presentará a un costado de la Catedral de la Ciudad de Oaxaca como parte de las actividades conmemorativas al Día del Maíz, organizadas por el Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo.

El viernes 30, a las 17:00 horas, tanto Hacer Tequio como Milpa Urbana presentarán también el Lienzo sobre la milpa, pero en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo.

Ambos colectivos compartirán el lienzo que desean no deje de crecer y pueda enriquecerse con aquellas bordadoras que estén interesadas en agregar una pieza y encauzar su creatividad hacia la soberanía alimentaria que se sustenta en el sistema de la milpa.

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