Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- Tres picas se plantaron ayer en el escenario del Palacio de Bellas Artes: la de la traducción literaria, la de las actrices y la de la cocina tradicional.
Por primera vez en la historia de los Premios Nacionales de Artes y Literatura, desde 1945, tres creadoras de estas disciplinas recibieron el máximo reconocimiento que México otorga a sus artistas.
Selma Ancira, quien ha acometido la tarea retadora de presentar al mundo de habla hispana la literatura rusa y griega, fue reconocida como pionera junto a la emblemática actriz María Rojo, primera mujer de su profesión en recibir el premio; antes lo obtuvo un hombre, Ignacio López Tarso, en 2015.
Mientras que Abigail Mendoza, maestra cocinera tradicional que ha preservado en sus fogones y metate la tradición culinaria zapoteca, también es la primera galardonada por esta rama de la tradición.
Con ellas estuvo Antonio Rubial, investigador y profesor que ha descifrado para el gran público el devenir de la Nueva España y la historia medieval.
Sea cual sea su sello partidista, los gobiernos suelen ir detrás de sus artistas, como demuestra que ayer, ya en la recta final del 2023, apenas se entregaron los premios del 2022, todavía sin un anuncio o justificación de por qué no se ha regularizado el calendario habitual.
La ceremonia también destacó porque pasó de realizarse en la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como ocurrió el año pasado con los galardonados del 2021, al recinto de mármol, en un acto conjunto con la entrega del Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español.
Premios nacionales
Este año, los Premios Nacionales rompieron por fin la racha de escritores que paralelamente hacían traducción, para galardonar a una traductora en plena forma.
Con emoción en la garganta, Ancira, ganadora en el campo de Lingüística y Literatura, destacó este hecho como un logro gremial y como un postergado reconocimiento a una disciplina artística por mérito propio.
"Hoy, la entrega del Premio Nacional de Artes y Literatura suscribe la teoría de Octavio Paz, a propósito de que la obra original y la obra traducida se encuentran en un mismo nivel creativo. Qué momento tan importante", celebró, cosechando aplausos.
Un momento que atajó con el tamaño de quien ha traído al español a Tsvietáieva, Pushkin, Dostoievsky, Bulgákov y Pasternak, desde el ruso, y Seferis, Ritsos, Kampanelis y Iordanidu desde el griego moderno.
"Un traductor literario es un mago, un alquimista, es un ser que vive en simbiosis con sus autores y que conquista de manera paulatina y cotidiana la lengua, la de los autores que traduce y la propia, manteniendo así en circulación las aguas del inconmensurable mar de la literatura", dijo también.
Rojo, por su parte, fue reconocida como pionera a poco más de un lustro del galardón a López Tarso.
"(Me siento) muy honrada, porque soy la primera actriz que lo recibe. Como dijo la Secretaria (de Cultura, Alejandra Frausto): antes éramos intérpretes y ahora ya pasamos a ser creadoras", declaró ante un aplauso estridente quien fue reconocida en el campo de Bellas Artes.
La actriz que capturó miradas desde El castillo de la pureza (1972), El apando (1975) y Las poquianchis (1976), y que ratificó su altura con Rojo amanecer (1989) y Danzón (1991), también se refirió a su trayectoria política.
"Las transformaciones sociales siempre van arropadas por la cultura. Sin eso, no tendría alma México", expuso la ex senadora, jefa delegacional y asambleísta, quien ha contenido bajo las siglas de Morena, el partido de la llamada "Cuarta Transformación".
Mendoza, quien ha cautivado paladares internacionalmente con su restaurante Tlamanalli, puso, por su parte, en alto el nombre de su natal Teotitlán del Valle, Oaxaca, con un discurso que comenzó en zapoteco.
"¿Qué somos nosotros? Somos todo: la cocina, la comida, lo que nos da la madre tierra. Eso, yo, desde que empecé a cocinar, desde muy pequeña, me enamoré de la cocina y aquí estoy, representando a la cocina mexicana", expresó la ganadora en el campo de Artes y Tradiciones Populares.
Finalmente, Rubial, premiado en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, autor de libros como Una monarquía criolla y La santidad controvertida, se dijo representante de maestros e investigadores, de la UNAM y de la Academia Mexicana de la Historia.
"Todos nosotros estamos comprometidos y comprometidas para que este país sea un país mejor, estamos comprometidos para que, sobre todo, pensemos que el alimento de la mente es casi tan importante como el alimento del cuerpo", apuntó.
Una ceremonia que, en ausencia de López Obrador, fue presidida en su representación por la Secretaría de Gobernación, Luisa María Alcalde, y Frausto, como titular de la entidad convocante.
Mientras tanto, los Premios Nacionales de Ciencias continúan con su rezago inédito, en espera del anuncio de los correspondientes al año en curso, así como de las ediciones 2020 y 2021 -los del 2022 se anunciaron en mayo pasado-, sin que exista comunicación oficial por parte de la Secretaría de Educación Pública, entidad responsable, si se otorgarán o no.
"Hoy, la entrega del Premio Nacional de Artes y Literatura suscribe la teoría de Octavio Paz, a propósito de que la obra original y la obra traducida se encuentran en un mismo nivel creativo", Selma Ancira, traductora.
"(Me siento) muy honrada, porque soy la primera actriz que lo recibe. Como dijo la Secretaria (de Cultura, Alejandra Frausto): antes éramos intérpretes y ahora ya pasamos a ser creadoras", María Rojo, actriz.
"¿Qué somos? Somos lo que nos da la madre tierra. Eso, yo, desde que empecé a cocinar, desde muy pequeña, me enamoré de la cocina y aquí estoy, representando a la cocina mexicana", Abigail Mendoza, cocinera.
"Todos estamos comprometidos y comprometidas para que este país sea mejor (...) para que, sobre todo, pensemos que el alimento de la mente es casi tan importante como el alimento del cuerpo", Antonio Rubial, historiador.
