Al igual que la tendencia a la alza de suicidios que el país experimentó en los dos primeros años de contagios de COVID-19, en Oaxaca esta problemática se acentuó en 2020, cuando se documentó que 214 personas eligieron morir.
La cifra ubica a la entidad en el lugar número once de la incidencia nacional, ya que en 2021 logró descender al lugar número 18.
En sus Estadísticas de Defunciones Registradas correspondientes a 2021, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contabiliza un millón 122 mil 249 muertes registradas durante el año pasado, principalmente por enfermedades cardiacas, COVID y diabetes.
Por causas externas son 84 mil 698 personas las que dejaron de existir, de las cuales el 9.96 por ciento (8 mil 432) se debió a un presunto suicidio.
La definició de la Organización Mundial de la Salud considera que un suicidio es “un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal”, lo que le convierte en un problema multifactorial en el que se mezclan situaciones biológicas, genéticas, psicológicas, sociológicas y hasta ambientales.
En 2019, cuando todavía el país no se sumía en la crisis de salud que provocó la pandemia de COVID-19, Oaxaca reportó 166 suicidios, 130 de éstos ejecutados por hombres, mientras que sólo 30 mujeres optaron por hacerlo.
Las repercusiones que tuvo la pandemia en la población se reflejó también en un brincó en las cifras de suicidios en 2021, ya que en Oaxaca aumentaron en un 29 por ciento al sumar 214, una cifra que en 2021 experimentó un descenso del 11.6 por ciento, pero que todavía está por arrib del 2019 al sumar 189 suicidios.
