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¡Que viva la Guelaguetza! De Oaxaca para el mundo

Foto(s): Carina Pérez García
Carina Pérez García

Con la asistencia de integrantes de 16 etnias del estado, representadas en la zapoteca, chinanteca, mazateca, chatina, afromestiza y mestiza, la Rotonda de la Azucena y el Auditorio vibraron en la edición matutina de la Guelaguetza 2023. En su 91 edición, la primera organizada por esta administración, esta fiesta fue in crescendo, para presentar a lo largo de tres horas, a 16 delegaciones.

 

Arranca la fiesta

En punto de las 10:00 horas de este lunes, se dio una emotiva bienvenida a la Diosa Centéotl, la chatina Leticia Santiago Guzmán, originaria de Santiago Yaitepec, quien saludó a los cuatro puntos cardinales y dio la bienvenida a los asistentes.

Pronto resonó el Jarabe del Valle y explotó la energía con los chirimiteros y tamborileros, llegaron las madrinas con sus canastas y los faroleros, para reunirse en el escenario con los monos de calenda y las marmotas, en una alegre danza y vibrar con la alegría de las Chinas Oaxaqueñas, de los Valles Centrales, con su alegoría a la Virgen de la Soledad. 

 

Aparece la delegación de Huautla

Enseguida subieron los mazatecos, de Huautla de Jiménez, con su “Recibimiento de los novios”, para dar paso a la delegación de San Sebastián Tutla, que por segunda vez subió al Lunes del Cerro a representar la “Rendida de culto, calenda y mayordomía”. Acompañados de la banda de música de viento y encabezados por los mayordomos, este municipio dio muestra de este culto, en medio de un aroma a incienso, en honor a su santo patrono, San Sebastián Mártir, y con los estandartes de la Cofradía del Santísimo Rosario.

La presencia chinanteca llegó. Por primera vez en 91 años, en esta Guelaguetza se presentó la delegación de San Lucas Ojitlán, de la Cuenca del Papaloapan, con “La vida del Hombre y la Mujer en el Campo”. Enseguida fue turno de los chatinos de Santa Catarina Juquila, con sus “Chilenas, sones y juegos de Santa Catarina Juquila”, gradiente de color.

Una gradiente de color y texturas musicales

De la Sierra de Juárez llegaron los zapotecos de San Melchor Betaza, ataviados de blanco, las mujeres con sus largas trenzas negras, tejidas con listón de lana negro, soyates de palma, faja para el trabajo pesado y cubierto con ceñidor de color rojo hecho en telar y teñido con grana cochinilla, para presentar sus “Sones y Jarabes de Betaza”.

 

La danza de” La palomita” 

Enseguida fue oportunidad de los ikoots de San Francisco del Mar del Istmo de Tehuantepec, para representar sus tradiciones con el “Homenaje luctuoso y Martes Santo”, que contempló la danza de” La palomita”, y “Son del toro”, acompañadas con sonidos de flauta, tambor, sonaja y caparazón de tortuga.

La presencia zapoteca sobre la Rotonda de la Azucena, nuevamente para ver a los originarios de Santa María Tonameca, con su “Mayordomía de la bandera del 12 de mayo y 16 de agosto”.

¡Oh, Tierra del Sol!

Abrir los ojos y despertar en la Mixteca, en la mismísima Heroica Ciudad de Huajuapan de León, con su conocido “Jarabe mixteco”. Fue tiempo de ondear de un lado a otro los sombreros  para entonar a todo pulmón: “Oh Tierra del Sol, suspiro por verte”, de José López Alavez

 

Danza de la Pluma

La imponente “Danza de la Pluma” de los zapotecos de la Villa de Zaachila de los Valles Centrales conquistó con sus deslumbrantes penachos de plumas, espejos, sonajas y sus trajes multicolores tradicionales. Esta danza de conquista rememora el diálogo de indígenas y conquistadores.

 

Con garbo y gran presencia subieron a la Rotonda de la Azucena los afromexicanos de Collantes, para representar la “Danza de los Diablos”, muestra de la unión de la cultura y música de los esclavos traídos por los españoles con los pueblos indígenas de esa región. Esta danza se bailaba como un ritual dedicado al dios africano Ruja, al cual los esclavos le pedían ser liberados del yugo español, acompañada de armónica, quijada de burro, bote y charrasca. 

 

Por primera vez se presentó el pueblo nahua de la delegación de Santa María Teopoxco de la región Sierra de Flores Magón, con el “Rito del Matrimonio”. Cabe destacar que por 90 años esta delegación fue marginada de las fiestas de la Guelaguetza. El misticismo y la religiosidad de este pueblo se mostró en su baile de mujeres descalzas con faldas negras de lana. La siguiente parada fue nuevamente para la etnia zapoteca, con la presencia de la delegación de Santo Domingo Tehuantepec, con su “Vela Sandunga”.

Ofrenda y homenaje a las tuxtepecanas Paulina Solís (+) y Karina León (+) 

De San Juan Bautista Tuxtepec, Cuenca del Papaloapan, subieron a la Rotonda de la Azucena las mujeres que se roban las ovaciones de la audiencia con la coreografía de Flor de Piña, creada por la maestra Paulina Solís, quien falleció el pasado domingo 9 de julio, a quien las bailarinas ofrendaron un homenaje a su memoria y a la de Karina León Gaytán, integrante de la delegación, quien también falleció recientemente.

 

Al grito de "¡Ya llegaron los de Ejutla!" subieron los participantes de la delegación de Ejutla de Crespo, zapotecos de los Valles Centrales, para impregnar de energía al público y compartir su “Jarabe ejuteco”

 

El gran cierre estuvo a cargo de la delegación de Santiago Pinotepa Nacional de la Costa, con “Chilenas, Sones y Juegos”. En un  verso también rindieron un homenaje a la creadora de la coreografía “Flor de Piña”, a la maestra Paulina Solís (+): manifestaron a la hermana región de la Cuenca: “¡Ya no están solos!”.

 

Con el corazón vibrante se vivió una Guelaguetza 2023 distinta, inolvidable para muchas personas, a la que asistieron autoridades como: el gobernador Salomón Jara Cruz y la presidenta honoraria del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, Irma Bolaños Quijano; el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués; las secretarias de Cultura, ‎Alejandra Frausto Guerrero y de Energía, Norma Rocío Nahle García.

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