En el país 13 universidades públicas presentaron observaciones en las auditorías practicadas por la Auditoría Superior de la Federal (ASF) correspondiente al ejercicio fiscal 2022, producto de malos ejercicios del pasado o de equivocaciones, impericia o falta de experiencia en el registro de la información que debe remitirse al órgano fiscalizador federal, informó el secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Luis Armando González Plascencia.
Después de participar en una reunión informal con el titular de la ASF, David Colmenares Páramo, y rectores de diversas universidades del país, reconoció que la apertura de la auditoría federal es fundamental, porque les brinda la oportunidad de explicar cada una de las situaciones.
“A mí me da mucho gusto observar que de las 13 universidades que recibieron observaciones solo 3 están en una situación verdaderamente crítica; es altamente probable que las otras 9 salgan de esa lista en el siguiente ciclo y que, entonces, podamos concentrarnos en estas tres que presentan casos más fuertes para tratar de resolverlos lo antes posible”.
El titular de la @ASF_Mexico, Lic. @colmenaresparam se reúne en #OaxacaDeJuárez con rectores y rectoras de diferentes universidades del país para dialogar sobre la situación de cada uno de los centros educativos que tienen a cargo. pic.twitter.com/SfSvT3fQDb
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) January 13, 2024
Destacó que existe un interés común entre las universidades públicas para realizar ejercicios fiscales transparentes, que hagan honor a la rendición de cuentas.
“Sabemos claramente que el dinero que manejan las universidades es dinero público y que está destinado a la educación de las y los jóvenes; entonces el dinero que por la razón que sea se desvía o se tiene que devolver, es dinero que no cumple con su función”.
González Plascencia aseveró que hoy por hoy ningún rector de las 35 universidades públicas que funcionan en el país tiene algún interés que no se corresponda con la ley, es decir desviar los recursos para acciones que no están autorizadas por la norma.
Comentó que además de los presupuestos bajos que las entidades federativas destinan a sus universidades, tienen un adeudo de alrededor de 4 mil millones de pesos.
“Este es un tema que todavía no tratamos con la ASF, pero debería cumplirse el convenio tripartita que firmamos las universidades, la federación y los estados, porque los recursos nos llegan por la vía federal, pero el estado se compromete a dar un porcentaje, idealmente tendría que ser 50 y 50 por ciento pero eso no ocurre, los estados escatiman lo que tienen que dar con el argumento de que no cuentan con recursos disponibles y hay universidades que reciben menos del 10 por ciento de este 50 por ciento”.
Agregó que, por tanto, a la merma que ya supone la inflación y el aumento de las necesidades cotidianas en las universidades, hay que añadir esta que se está convirtiendo en una de las más importantes mermas que tienen los recursos universitarios.
Sostuvo que, incluso, es más preocupante esta situación, que la falta de observación de las universidades.
“Sin duda, porque el aprendizaje ha sido muy intenso, la disciplina que tienen las rectoras y rectores se puede constatar claramente en el tipo y número de observaciones que se generan; esto va disminuyendo, vamos aprendiendo paulatinamente y seguramente vamos a llegar a un punto en el que el número de universidades que tienen cero observaciones va a ser muy alto. Tenemos la obligación de ir cambiando la narrativa de las universidades, porque todavía prevalece la idea de que hay corrupción, dispendio, etcétera, pero la verdad es que cada vez ocurre en el menor de los casos”.
