A dos años de que un par de militares le arrebataron la vida a Naomi Nicole, mujer transexual alias “La Soñaré”, se logró una sentencia con perspectiva de género hacia los responsables. Así el caso de Naomi se convierte en la primer muerte violenta de una mujer trans en conseguir justicia con perspectiva de género en el país.
Naomi Nicole, fue asesinada en marzo de 2020 por dos militares en la colonia Guerrero la Ciudad de Mexico. Dos mese después, en mayo de ese mismo año comenzó el juicio, tras dos años con un total de 50 audiencias, se logró una sentencia: 23 años y nueve meses de cárcel para cada uno de los culpables.
Aunque el caso de “La Soñaré” fue catalogado como homicidio, se reconoció que Nicole era una mujer trans. Esta sentencia se convierte en un precedente para los transfeminicidios en México. Pues este delito carece de aceptación, pues no se ha colocado dentro del delito de feminicidio y tampoco entra en homicidio.
Dado lo anterior se reconoció que el juez se tomó el tiempo de determinar y explicar por qué sí era una mujer. “Hubo una visión de justicia con perspectiva de género y de derechos humanos y creo que así es como deberíamos estar juzgando en nuestro país y en todos los casos”, explicó Kenya Cuevas, activista y víctima indirecta del transfeminicidio de su amiga y compañera Naomi Nicole.
La activista Kenya también cuenta que el juez no sólo reconoció la identidad de Naomí, también tomó en cuentas las vulnerabilidades a las que estaba expuesta por ser migrante y trabajadora sexual. “Argumentaron que la testigo protegida cuando dio su testimonio decía que antes de que bajaran del carro le gritaron a Soñaré ‘te vamos a matar, marica’, y con este argumento determinaron que fue un acto de odio, por transfobia, y por ello se les daba la sentencia. Por esto se vuelve un precedente ya que se juzgó con perspectiva de género y derechos humanos”, agregó.
El juez que llevo el caso de Nicole se informó de tesis e informes internacionales, como el Informe Trans de la Corte Interamericana, previo a la sentencia.“Es muy importante que sea un referente para otros jueces. Se tienen que preparar para poder llevar este tipo de casos, precisamente para conocer estos contextos”, explicó Cuevas.
Esta es la segunda sentencia en un caso por transfeminicidio pero la primera en obtener justicia. Pues aunque se dictó sentencia en el caso de la activista Mireya en Chihuahua, el juez absolvió y dejó libre al asesino.
“Este caso es el segundo donde llegamos a una sentencia en el asesinato de una mujer trans. Eso es porque en casi todos los asesinatos de mujeres trans no hay detenidos. Es un mensaje importante a la sociedad: que las mujeres trans no estamos solas, que quien mate a una mujer trans puede ser castigado porque nosotras valemos e importamos y vamos a seguirnos defendiendo”, recordó la activista.
